La ofensiva ucraniana en Kursk está llegando a su fase final. En la madrugada de este miércoles, las fuerzas de Kiev abandonaron sus posiciones en la ciudad de Sudzha, la mayor de la zona, y se replegaron progresivamente hacia la región fronteriza de Sumy. A pesar de la intensidad de los combates recientes, la retirada se llevó a cabo de manera ordenada y sin bajas significativas. No obstante, las carreteras de la región han quedado sembradas de blindados y vehículos destruidos de ambos bandos, resultado de los enfrentamientos.
Tras ocho meses de presencia ucraniana en territorio ruso, aún no está claro si las tropas mantendrán el control de alguna porción del área o si la retirada será total. La operación en Kursk, iniciada de manera sorpresiva y que en sus primeras horas permitió capturar a cientos de soldados rusos, ha tenido un gran impacto simbólico, evidenciando la vulnerabilidad de Rusia, cuyo territorio no había sido ocupado parcialmente desde la Segunda Guerra Mundial.
Tras ocho meses de presencia ucraniana en territorio ruso, aún no está claro si las tropas mantendrán el control de alguna porción del área o si la retirada será total. La operación en Kursk, iniciada de manera sorpresiva y que en sus primeras horas permitió capturar a cientos de soldados rusos, ha tenido un gran impacto simbólico, evidenciando la vulnerabilidad de Rusia, cuyo territorio no había sido ocupado parcialmente desde la Segunda Guerra Mundial.
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