Había una vez... en Consolación de Chiriguay, el pueblo imaginario de la telenovela, ubicado en las inmediaciones del Desierto de la Calavera, donde la vida y la muerte se estrechan la mano. Allí las brújulas se enloquecen y los barcos desaparecen en el fondo del mar sin dejar rastro. Las tinieblas parecen ser reinas de ese territorio al que una vez - se cuenta- arribaron Sir Longfellow y Alejandro Fragoso, supuestamente en busca de la hermana de Alejandro.
Los viajeros fueron recibidos por el Capitán Olvido, el poderoso señor Consolación de Chiriguay, hombre extraño y temible, poseedor de una doble personalidad: Olvido es una invención de Artemio Leguizamón, así como Generoso el Guajiro será el "alter ego" de Alejandro Fragoso, el héroe de la novela. "Calamar" integra, en doble dosis esta fórmula típica de las novelas de aventuras.
Desde el principio, entre el capitán y Alejandro queda planteada una terrible rivalidad por la conquista de los favores sentimentales de Claramanta Suárez de Figueroa Sarmiento, la bella del paseo y el ser más aburrido del pueblo. Pero sus intereses son diferentes. Para Artemio, la bella Claramanta es el blanco perfecto que le permitirá llegar a la fabulosa fortuna de su padre, mientras que las intenciones de Alejandro Fragoso son transparentes y sinceras: su objetivo es el amor de Claramanta.
Los protagonistas de esta historia están unidos por un sólo afán: encontrar las tres partes de un medallón cuyo portador tendrá acceso a una inimaginable fortuna.
Los viajeros fueron recibidos por el Capitán Olvido, el poderoso señor Consolación de Chiriguay, hombre extraño y temible, poseedor de una doble personalidad: Olvido es una invención de Artemio Leguizamón, así como Generoso el Guajiro será el "alter ego" de Alejandro Fragoso, el héroe de la novela. "Calamar" integra, en doble dosis esta fórmula típica de las novelas de aventuras.
Desde el principio, entre el capitán y Alejandro queda planteada una terrible rivalidad por la conquista de los favores sentimentales de Claramanta Suárez de Figueroa Sarmiento, la bella del paseo y el ser más aburrido del pueblo. Pero sus intereses son diferentes. Para Artemio, la bella Claramanta es el blanco perfecto que le permitirá llegar a la fabulosa fortuna de su padre, mientras que las intenciones de Alejandro Fragoso son transparentes y sinceras: su objetivo es el amor de Claramanta.
Los protagonistas de esta historia están unidos por un sólo afán: encontrar las tres partes de un medallón cuyo portador tendrá acceso a una inimaginable fortuna.
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