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CelebridadesTranscripción
00:00del libro Iguana, Iguana, la siesta del domingo, entreabierto a las miradas, el púlcuro panteón
00:20donde reposan, unos frente a otros, los miembros de una familia. El sol que cae casi a plomo,
00:31penetra sin embargo en el inmóvil grupo. Aquí, a la izquierda y por poco en el suelo,
00:41el padre. Sobre esa oscura encina, la madre. En el tercer estante, el más joven de los hijos,
00:52muerto joven. A la derecha, las muchachas, muertas de muchos años. En lo que es el piso,
01:05si se levantara de su argolla la loza, se vería reposar, en el fervor de la penumbra,
01:14con los amigos que más tarde fueron sus cuñados, los restantes hijos varones,
01:20repitiendo el prolijo conjunto de arriba. Pero hay una repetición más densa en la muerte.
01:29Los hermanos mayores vivieron, aún solteros, apartados de la casa, por un enorme patio,
01:39hermoso como un bosque. En esas habitaciones, recibían amigos, tenían una guitarra.
01:48Ahora, entre ellos mismos, en severo desnivel, y debajo de los padres, de las buenas hermanas,
01:59de su hermano más joven, descansan. Se diría que allá abajo, ocultos por la pesada loza,
02:10como antes por el bosque, siguen conspirando hermosuras, siguen fuertes en la cacería nocturna,
02:19ajenos a la severidad paterna, a la inocencia pacífica, al candor de los blanquísimos paños
02:29bordados. Hay una repetición en la muerte. También la casa, cuando todos ellos estaban
02:39en la tierra, permanecía abierta, y con los días festivos, hasta el humo de la chimenea
02:48despachaba limpieza. Ahora que la muerte recata la puerta y la entreabre solo,
02:57todos duermen la siesta campesina.