El Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania celebrará una importante reunión en la base aérea estadounidense de Ramstein (Alemania) a la que acudirá Zelensky.
A la reunión asistirán ministros de Defensa y representantes de unos 50 países, que debatirán con el presidente Zelensky el futuro de la ayuda militar a Ucrania.
Esta reunión es la última que presidirá el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, antes de que la presidencia de Trump marque potencialmente un nuevo rumbo político para la OTAN y la política exterior occidental.
Lo más probable es que Zelensky siga solicitando más ayuda, ya que la situación militar sigue tensando a Ucrania ante el conflicto en curso con Rusia.
Una muestra de ello, por ejemplo, es el reciente ataque de Rusia contra la ciudad ucraniana de Zaporiyia, en el que resultaron heridas al menos 113 personas.
Es de suponer que los países de la OTAN mostrarán su apoyo, pero queda por ver cómo influirá la evolución política bajo el mandato del entrante presidente estadounidense Trump en las relaciones con los aliados occidentales.
En particular, sus declaraciones sobre la OTAN y Groenlandia plantean interrogantes sobre la evolución de las relaciones transatlánticas.
También hay incertidumbre sobre cómo se desarrollará el formato de las reuniones en el futuro y si continuarán en absoluto, ya que hasta la fecha las reuniones han sido organizadas por los estadounidenses.
El próximo periodo podría ser decisivo para saber cómo seguirá desarrollándose el apoyo occidental a Ucrania, especialmente si cambia el panorama político con Donald Trump al frente.
A la reunión asistirán ministros de Defensa y representantes de unos 50 países, que debatirán con el presidente Zelensky el futuro de la ayuda militar a Ucrania.
Esta reunión es la última que presidirá el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, antes de que la presidencia de Trump marque potencialmente un nuevo rumbo político para la OTAN y la política exterior occidental.
Lo más probable es que Zelensky siga solicitando más ayuda, ya que la situación militar sigue tensando a Ucrania ante el conflicto en curso con Rusia.
Una muestra de ello, por ejemplo, es el reciente ataque de Rusia contra la ciudad ucraniana de Zaporiyia, en el que resultaron heridas al menos 113 personas.
Es de suponer que los países de la OTAN mostrarán su apoyo, pero queda por ver cómo influirá la evolución política bajo el mandato del entrante presidente estadounidense Trump en las relaciones con los aliados occidentales.
En particular, sus declaraciones sobre la OTAN y Groenlandia plantean interrogantes sobre la evolución de las relaciones transatlánticas.
También hay incertidumbre sobre cómo se desarrollará el formato de las reuniones en el futuro y si continuarán en absoluto, ya que hasta la fecha las reuniones han sido organizadas por los estadounidenses.
El próximo periodo podría ser decisivo para saber cómo seguirá desarrollándose el apoyo occidental a Ucrania, especialmente si cambia el panorama político con Donald Trump al frente.
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