Estrés Postraumático en la Gran Guerra
El estrés postraumático (TEPT) en la Gran Guerra, también conocido como "neurosis de guerra" o "shell shock", fue un fenómeno significativo que afectó a muchos soldados. Aunque no se clasificó formalmente como una entidad diagnóstica hasta la publicación del DSM-III en 1980, los síntomas de TEPT se notaron durante la Primera Guerra Mundial.
Durante la Gran Guerra, los soldados reportaban síntomas como tinnitus, amnesia, cefalea, mareos, temblores e hipersensibilidad a los ruidos. Estos síntomas eran interpretados a veces como heridas físicas o psicológicas, o simplemente como falta de coraje. A medida que la guerra continuaba, el número de casos de neurosis de guerra creció, llegando a ser un problema significativo para las autoridades militares.
Inicialmente, a los afectados se les evacuaba pronto del campo de batalla, pero a medida que el número de casos aumentaba, se volvió más difícil diferenciar los casos de TEPT de otros problemas médicos o psicológicos. Algunos médicos consideraban que era resultado de alguna herida cerebral no visible causada por las explosiones de obuses, mientras que otros argumentaban que era una herida emocional, no física.
La neurosis de guerra no estaba bien definida durante la guerra, y su tratamiento era incierto. Algunos soldados que padecían de neurosis fueron llevados a juicio y en algunos casos ejecutados por crímenes militares como la deserción y la cobardía, lo que refleja la falta de comprensión de la naturaleza del TEPT en ese momento.
A pesar de la falta de comprensión y el tratamiento adecuado, la neurosis de guerra se convirtió en una parte importante de la historia de la medicina psiquiátrica y la comprensión del TEPT. La Primera Guerra Mundial fue un punto de partida para el estudio y la comprensión de los efectos a largo plazo del trauma en los soldados, sentando las bases para el desarrollo de diagnósticos y tratamientos más avanzados en el futuro.
El estrés postraumático (TEPT) en la Gran Guerra, también conocido como "neurosis de guerra" o "shell shock", fue un fenómeno significativo que afectó a muchos soldados. Aunque no se clasificó formalmente como una entidad diagnóstica hasta la publicación del DSM-III en 1980, los síntomas de TEPT se notaron durante la Primera Guerra Mundial.
Durante la Gran Guerra, los soldados reportaban síntomas como tinnitus, amnesia, cefalea, mareos, temblores e hipersensibilidad a los ruidos. Estos síntomas eran interpretados a veces como heridas físicas o psicológicas, o simplemente como falta de coraje. A medida que la guerra continuaba, el número de casos de neurosis de guerra creció, llegando a ser un problema significativo para las autoridades militares.
Inicialmente, a los afectados se les evacuaba pronto del campo de batalla, pero a medida que el número de casos aumentaba, se volvió más difícil diferenciar los casos de TEPT de otros problemas médicos o psicológicos. Algunos médicos consideraban que era resultado de alguna herida cerebral no visible causada por las explosiones de obuses, mientras que otros argumentaban que era una herida emocional, no física.
La neurosis de guerra no estaba bien definida durante la guerra, y su tratamiento era incierto. Algunos soldados que padecían de neurosis fueron llevados a juicio y en algunos casos ejecutados por crímenes militares como la deserción y la cobardía, lo que refleja la falta de comprensión de la naturaleza del TEPT en ese momento.
A pesar de la falta de comprensión y el tratamiento adecuado, la neurosis de guerra se convirtió en una parte importante de la historia de la medicina psiquiátrica y la comprensión del TEPT. La Primera Guerra Mundial fue un punto de partida para el estudio y la comprensión de los efectos a largo plazo del trauma en los soldados, sentando las bases para el desarrollo de diagnósticos y tratamientos más avanzados en el futuro.
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Aprendizaje