La región de Delhi, capital de la India, está prácticamente paralizada debido a los altos niveles de contaminación atmosférica, en lo que las autoridades han descrito como una emergencia de salud pública.
Con niveles de contaminación en el Índice de Calidad del Aire 15 veces superiores al umbral de seguridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aire de Delhi se considera peligroso para todas las formas de vida.
Algunas zonas de la Región de la Capital Nacional registraron una contaminación atmosférica 30 veces superior a los niveles aceptables.
El Ministro Principal de la ciudad, Atishi Marlena, calificó la crisis de «emergencia médica» que afecta a millones de personas en el norte de la India.
El Dr. Salman Khan, hablando desde las afueras del aeropuerto de Delhi, describió el aire como «tóxico» y «más allá de lo que las palabras pueden explicar».
Los expertos sanitarios advierten de que se espera que las condiciones empeoren en los próximos días. Las autoridades han aplicado medidas drásticas para mitigar el impacto.
Se han cerrado escuelas, se han paralizado las actividades de construcción y se ha prohibido la entrada en la ciudad de camiones no esenciales.
Se han dado instrucciones a las empresas para que reduzcan su personal en un 50%, instando a los empleados a trabajar desde casa.
Los horarios de los vuelos también han sufrido alteraciones debido a la escasa visibilidad causada por la niebla tóxica.
Entre los factores que contribuyen a la contaminación están la quema estacional de cultivos, las emisiones de los vehículos, la contaminación industrial y el aire estancado debido a la baja velocidad del viento.
Los datos por satélite detectaron más de 1.300 incidentes de quema de cultivos en los estados cercanos, lo que agravó la ya de por sí grave situación.
La crisis de Delhi coincide con la cumbre climática COP29 de las Naciones Unidas, en la que los debates del 'Día de la Salud' ponen de relieve el coste humano de la negligencia medioambiental.
En Lahore (Pakistán) se registraron recientemente niveles de aire peligrosos similares, lo que subraya un problema regional que afecta a decenas de millones de personas.
A escala mundial, un estudio de la OMS reveló que más del 90% de los países superan las normas de calidad del aire, y sólo unos pocos las cumplen.
En respuesta a la escalada de la crisis, el gobierno indio ha prohibido el carbón, la leña y la maquinaria diésel para usos que no sean de emergencia.
A pesar de una reciente sentencia del Tribunal Supremo que declara el aire limpio un derecho humano fundamental, la aplicación de los controles de contaminación sigue siendo deficiente.
La Dra. Khan hizo un apasionado llamamiento a los líderes mundiales, subrayando que la salud pública no es negociable y exigiendo responsabilidades.
«La gente se merece un aire limpio y un planeta sano», afirmó, instando a una transición que abandone los combustibles fósiles.
Con niveles de contaminación en el Índice de Calidad del Aire 15 veces superiores al umbral de seguridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aire de Delhi se considera peligroso para todas las formas de vida.
Algunas zonas de la Región de la Capital Nacional registraron una contaminación atmosférica 30 veces superior a los niveles aceptables.
El Ministro Principal de la ciudad, Atishi Marlena, calificó la crisis de «emergencia médica» que afecta a millones de personas en el norte de la India.
El Dr. Salman Khan, hablando desde las afueras del aeropuerto de Delhi, describió el aire como «tóxico» y «más allá de lo que las palabras pueden explicar».
Los expertos sanitarios advierten de que se espera que las condiciones empeoren en los próximos días. Las autoridades han aplicado medidas drásticas para mitigar el impacto.
Se han cerrado escuelas, se han paralizado las actividades de construcción y se ha prohibido la entrada en la ciudad de camiones no esenciales.
Se han dado instrucciones a las empresas para que reduzcan su personal en un 50%, instando a los empleados a trabajar desde casa.
Los horarios de los vuelos también han sufrido alteraciones debido a la escasa visibilidad causada por la niebla tóxica.
Entre los factores que contribuyen a la contaminación están la quema estacional de cultivos, las emisiones de los vehículos, la contaminación industrial y el aire estancado debido a la baja velocidad del viento.
Los datos por satélite detectaron más de 1.300 incidentes de quema de cultivos en los estados cercanos, lo que agravó la ya de por sí grave situación.
La crisis de Delhi coincide con la cumbre climática COP29 de las Naciones Unidas, en la que los debates del 'Día de la Salud' ponen de relieve el coste humano de la negligencia medioambiental.
En Lahore (Pakistán) se registraron recientemente niveles de aire peligrosos similares, lo que subraya un problema regional que afecta a decenas de millones de personas.
A escala mundial, un estudio de la OMS reveló que más del 90% de los países superan las normas de calidad del aire, y sólo unos pocos las cumplen.
En respuesta a la escalada de la crisis, el gobierno indio ha prohibido el carbón, la leña y la maquinaria diésel para usos que no sean de emergencia.
A pesar de una reciente sentencia del Tribunal Supremo que declara el aire limpio un derecho humano fundamental, la aplicación de los controles de contaminación sigue siendo deficiente.
La Dra. Khan hizo un apasionado llamamiento a los líderes mundiales, subrayando que la salud pública no es negociable y exigiendo responsabilidades.
«La gente se merece un aire limpio y un planeta sano», afirmó, instando a una transición que abandone los combustibles fósiles.
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