La piscina cubierta de Paiporta es un auténtico lodazal. Los vasos están llenos de barro y los vestuarios reflejan la rapidez con la que tuvieron que huir las personas que estaban ese fatídico día 29 de octubre en sus instalaciones.
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00:00Así ha quedado la piscina cubierta de Paiporta, una instalación relativamente
00:05nueva que tenía capacidad para 868 personas y que fue sorprendida por esta
00:11dana terrible. Los vasos están completamente llenos de fango y en los
00:14vestuarios queda claro que hubo muchas personas que salieron corriendo huyendo
00:18de esta crecida porque aún podemos ver todos sus objetos personales que dejaron
00:23aquí olvidados. Es otra de las fases de la reconstrucción de esta catástrofe que
00:28va a afectar mucho al deporte en estas ciudades.