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Transcripción
00:00Cada que entra un visitante a Costa Rica se topa esta imagen, un artista, haciendo una
00:08labor que es fundamental de la cultura costarricense. Luis Fernando Vargas, conocido como Bombi,
00:14es un mascarero que trabaja desde los siete años. Aprendió a prueba y error, descifrando
00:19los secretos del gran Carlos Sadas. Conversando con él, recuerda su primera máscara e incluso
00:32su primera venta grande.
00:33Claro que era un cerdo, pero era un pacho ese. Nosotros no sabíamos cómo sellar la
00:41máscara encima. Entonces nosotros éramos todos felices, grandísimos, a los payasos.
00:46Pero se viene el agua a cero y empezaron a caer papeles. Vivía en la casa sin agua.
00:53Se desarmó todo abajo. Y la vendí a un hogar de ancianos de Puriscal. La vendí en setenta
01:01y cinco mil colones, veinte máscaras, un juego de veinte máscaras. A pagos de polaco,
01:07en los últimos cinco mil colones nunca me los pagaron. Y dadas las circunstancias, las
01:13vueltas de la vida, tengo como un año de tenerlas aquí de nuevo. La primer mascarada
01:20que yo hice en Fibra Edition.
01:22Su trabajo está en todo el mundo, pero hay uno que recuerda con peculiar cariño.
01:26En Alemania una está en el estadio de Munich, cuando la serie fue mundial. El famoso colado
01:36que andaba por ahí. Iba para allá y entonces me contactaron para ser un campesino. Y cuál
01:47fue la sorpresa que la dejaron en el museo del estadio de Munich. Ahí está.
01:54Esta labor se la ha otorgado a toda su familia y comunidad.
01:59Los cuatro son buenísimos. Y les cuento que esto no se va a perder. Más bien ahora están
02:05saliendo más y más mascareros y muy buenos.
02:10Desde su taller nace un gran legado nacional. No sólo la máscara, sino el reconocimiento
02:16nacional de las mismas.
02:17De aquí, sí le cuento, de aquí, de este taller salió el escrito para que las máscaras
02:26fueran símbolo nacional. Pero ahí, aquí estamos, haciéndole y poniéndole.

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