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00:00Majestades, Altezas, Presidente del Congreso de los Diputados, Presidenta del Senado,
00:10Presidente del Tribunal Constitucional, Ministras y Ministro, Presidente del Principado de Asturias,
00:19Presidente de la Junta General del Principado, Delegada del Gobierno, Alcalde de Oviedo y
00:24demás autoridades, embajadores, querida Presidenta de la Fundación Princesa de Asturias, queridos
00:33patronos, jurados y premiados, señoras y señores, recordemos José Hierro, María Zambrano,
00:47Román Perpiñagrau, Jesús López Cobos, José López Portillo y Alberto Sols García
00:56fueron los primeros premios entonces Príncipe de Asturias y aquella fue mi primera ceremonia
01:04de entrega. En aquel momento yo tenía trece años y durante los cuarenta y tres que han
01:12transcurrido desde entonces he conocido a hombres y mujeres admirables de lugares cercanos
01:21y lejanos, con magníficas trayectorias y logros increíbles, individuales o colectivos
01:29y de un impacto enorme para el progreso de nuestras sociedades. A lo largo de estas más
01:37de cuatro décadas, los últimos veinte años junto a la Reina y, más recientemente, también
01:46con la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, he tenido el honor y la responsabilidad de
01:52elogiar a los galardonados, de pronunciar la laudatio en esta ceremonia. Por eso, permítanme
01:59que comparta con ustedes un pensamiento íntimo. Entenderán que les diga que veo con emoción
02:11de rey y de padre que Leonor, Presidenta de la Fundación, que lleva su nombre, se encargue
02:19de hacerlo a partir de ahora, como acabamos de escuchar y de ver hace un instante. Para
02:27mí ha sido un grandísimo privilegio y todo un aprendizaje continuo, emocionante, gratificante.
02:36Imaginen lo que ha supuesto conocer de una manera tan próxima a personas tan extraordinarias
02:43como nuestros premiados, de sentir que he crecido en todos los sentidos, recibiendo
02:49cada año la guía y el ejemplo de sus vidas, de sus obras, y que para ti, Leonor, junto
02:58a tu hermana Sofía, lo estás siendo ya. Veréis cómo cada año lo es aún más.
03:06Con el paso del tiempo miraréis hacia atrás, hacia ediciones pasadas, como todos nosotros
03:15lo hacemos o muchos de nosotros lo hemos hecho, con gratitud y cariño estas vivencias
03:22asturianas, las palabras, los gestos, las emociones que con nuestros premiados jalonan
03:32esa pequeña gran historia de nuestra Fundación desde aquí, desde Oviedo, desde Asturias,
03:39para toda España, transmitiéndonos su gran aportación a la humanidad.
03:47Señoras y señores, con cada edición esta ceremonia es un fiel reflejo del objetivo
03:54de la Fundación, de su voluntad, de nuestra voluntad de reconocer a aquellas personas
03:59e instituciones cuyos trabajos tienen la capacidad de llevar el progreso y la esperanza a tantas
04:07vidas y comunidades. Felicito, por supuesto, a todos nuestros
04:13premiados de este año. Vuestros nombres también pasarán con brillantez a nuestra
04:19memoria colectiva. Vuestra grandeza se mide por el impacto tan positivo que tenéis en
04:25la sociedad, y ahí están vuestras obras para demostrarlo.
04:31Gracias por compartir vuestra pasión y compromiso con todos nosotros. Si tuviéramos que escoger
04:41un denominador común entre vosotros, una síntesis de todos vuestros méritos o incluso
04:48la razón primera y última de vuestras obras, lo condensaríamos en una sola idea o concepto,
04:58la persona. Todos nos habláis de manera más explícita o más sutil de algunas de
05:05las facetas que hacen brillar ese concepto, necesariamente poliédrico. La persona a través
05:12del amor, la belleza, la entrega, el compromiso, la compasión, la búsqueda de los límites
05:18del saber o la defensa de las libertades. Nos ponéis delante, en definitiva, de aquello
05:25que nos engrandece y nos ayuda a realizarnos. En este mundo globalizado, de grandes magnitudes
05:34y oportunidades, entre avances tecnológicos inimaginables, la deshumanización es un riesgo
05:42latente. Vosotros, los premiados, nos recordáis con vuestro ejemplo que, en el centro de cualquier
05:49discurso, cualquier acción o decisión, ya sea en el ámbito económico, social o
05:56político o artístico o deportivo, debe seguir estando siempre y de manera ineludible la
06:04persona. La historia nos alerta de las graves consecuencias de apartarse de ese camino,
06:13como nos alerta de los graves riesgos de la polarización, de la negación del otro por
06:19sus convicciones o creencias, porque piensa, reza o vota distinto. Dice una de nuestras
06:27grandes pensadoras, Adela Cortina, que el peor castigo que puede influirse es la condena
06:36a la invisibilidad, a ignorar la existencia del otro, el rechazo, el desprecio. Lo estamos
06:44viendo estos días con las imágenes atroces de muerte y desolación que nos llegan de
06:49Oriente Próximo, de Ucrania, de África y de otros lugares del mundo, asolados por conflictos
06:56abiertos y violaciones sistemáticas de los derechos humanos, que nos obligan a una llamada
07:04incesante a la contención, a la humanidad, también a la denuncia, y a hacer lo posible
07:11para que la paz y la seguridad vuelvan a ser compatibles, complementarias y conducentes
07:19a la convivencia, o al menos a la coexistencia. Pero lo vemos también en ámbitos más cercanos
07:27y cotidianos, en cualquier desigualdad, prejuicio o injusticia, o en cualquier discurso condicionado
07:35por el miedo o basado en la indiferencia o la radicalidad. Es, por ello, obligación
07:42de las instituciones, pero también de la sociedad civil, de los ciudadanos, luchar
07:49contra todo aquello que se separe, siquiera un ápice de ese respeto integral que debemos
07:56a la persona, a cualquier persona, a la dignidad de cualquier ser humano. También luchar contra
08:04todo lo que se separe de la voluntad y el compromiso de seguir construyendo sociedades
08:10capaces de convivir, de dialogar, de trabajar por el bien común. Defender la dignidad de
08:19la persona significa, igualmente, proteger y fomentar el régimen de derechos y libertades
08:27que la garantiza y que fundamenta nuestra democracia. Y, en el ámbito exterior, implica
08:34reforzar la arquitectura de los tratados e instituciones que dan soporte a la comunidad
08:41internacional. El multilateralismo y la cooperación, sin duda, son nuestras mejores herramientas
08:49para afrontar los desafíos globales de nuestro tiempo. Señoras y señores, esa lucha incesante
08:57por la dignidad de los demás es, en definitiva, el mayor sustento de la nuestra. Lo dejó
09:04bien escrito Henry David Thoreau. Todo hombre tiene como tarea hacer su vida digna hasta
09:13en sus más pequeños detalles. Y es, ciertamente, una tarea noble y digna la de mostrar, reconocer
09:21y celebrar el potencial de todo ser humano. Por eso, hoy, en esta ceremonia, estamos aquí
09:29para celebrar el vuestro, el mérito que se encierra en cada uno de vosotros, en vuestra
09:36vida y en vuestra obra. Muchas gracias.

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