Narciso Ibáñez Menta lee El Cuervo de Edgar Allan Poe

  • anteayer
Transcripción
00:00Una oscura medianoche,
00:29un triste repasado a viejas páginas raídas sobre historias olvidadas.
00:34Se inclinaba señorita a mi cabeza.
00:37De repente, a mi puerta oí llamar.
00:42Era un toque blando,
00:45quieto,
00:47como un humano que con miedo se asustara de tocar.
00:50Yo pensé, sin duda es alguien aterido que desea compartir conmigo el fuego,
00:54eso es todo,
00:56nada más.
01:01Qué claro lo recuerdo.
01:04Era un crudo mes de invierno.
01:07Se ayuntaban en las calles solitarias viento y lluvia,
01:10y al amparo de la niebla los pecados capitales disfrazados de bastines
01:14perseguían las conciencias de los hombres y detrás
01:18camalgaban en silencio cuatro sombras en las altanas.
01:23Eran cuatro.
01:25Los cimientes anunciados en el libro de los días,
01:28por San Juan.
01:32Un reloj,
01:34lento y lejano,
01:37vio las doce.
01:40Fueron doce funerarias campanadas que sonaron como dadas en honor de Satanás.
01:47Yo sentía en las arterias el latido pavoroso de mi sangre
01:52y temblaron en mi mano los papeles,
01:55las cartas de Leonora,
01:59de mi blanca,
02:02de mi amada,
02:05la mujer que dio a mi vida nueva vida.
02:09De Leonora,
02:11que un mal día se me fue de entre los brazos con la suave y dulce angustia de una novia por casar.
02:18De Leonora,
02:20la imposible.
02:22De Leonora,
02:23que soñaba como mía para siempre y que ya no veré nunca.
02:27¿Cómo duele esta palabra?
02:31Nunca.
02:33Nunca.
02:36Nunca más.
02:40El crujido seco y triste de los muebles y la voz ronca y monótona del viento me crisparon
02:48y mis ojos alocados perseguían las mil sombras que los rojos resplandores de las llamas proyectaban en los muros
02:53y poblaban los rincones de mi sala de una horrible zaranda de fantasmas.
02:59Y sentí todo el misterio de lo sobrenatural.
03:06Resonaron nuevos golpes a mi puerta.
03:10Yo pensaba, es sin duda algún mendigo que demanda de mi mano calidad.
03:16El mendigo me dio muerto de cansancio, eso es todo y nada más.
03:22Me costaba levantarme.
03:25Me pesaba todo el cuerpo como plomo.
03:29¡Esperad un poco, amigo!
03:32Mi golpe solo fue el eco de la voz de tu mansallada.
03:38Decidido, abrí la puerta.
03:41Una oleada de silencio y tiniebla entró por ella, solamente la negrura y el silencio.
03:47Nada más.
03:50Creció de pronto el lento.
03:53Y en el viento nació un nombre, solo el nombre de mi honor.
04:02Nada más.
04:06Dormí de nuevo al libro que leía, pero el tiempo se dormía en los relojes
04:11y de nuevo se escucharon suaves golpes a mi puerta.
04:16Y otra vez, mi voz fue como un acorde de la voz del más allá.
04:22¿Quién sois vos? Grité.
04:24Responda por su nombre, el caminante.
04:28La respuesta fue un silencio sepulcro.
04:35De repente, una rófaga de viento subió a los ventanales,
04:39y los ovidos de par en par revolaron a pesar de mi dolor.
04:43Las espaldas se perdieron en el centro de un fortísimo huracán
04:47y una flecha negra exórdida penetró por la ventanera.
04:52Un cuervo de púpitas amarillas como el oro que a posarse
04:56fue el busto de mi nerva que preside mi despacho.
04:59Sobre el busto que de paras la figura representa fue a posarse.
05:05Nada más.
05:08Y troncóse de repente mi pabula, encarcajada,
05:13y reí como un poseso del demonio.
05:17Preguntéle, ¿a qué vienes, mensajero de la niebla?
05:22¿Tienes nombre, pajarraco?
05:24¿Quién te envía, compañero de las brujas?
05:27¿Mensajero heraldo de las noches de difuntos?
05:30¿Mensajero del infierno?
05:32¡Di!
05:33¿Quién eres?
05:36Más después de hoy en Lucidencio,
05:39un granido chirriante el siniestro visitante sólo dijo,
05:44nunca más.
05:48Y la sangre se detuvo en mis arterias.
05:52No es posible.
05:55El cuervo me miraba.
05:57No es posible, repetía.
06:00¡Es un sueño!
06:01Con el alma estas locuras en recuerdo quedarán.
06:04Pero el cuervo me miraba con sus ojos amarillos como el oro,
06:07y de nuevo sólo dijo,
06:10nunca más.
06:13Le grité con toda el alma.
06:16¡No es posible!
06:17Tú sin duda has huido de las manos de tu dueño
06:19y aprendiste de memoria las palabras,
06:21¡nunca más!
06:24Nos miramos fijamente.
06:27Yo sentía que sus ojos como dos clavos de fuego se clavaban en los míos.
06:32Fuera el viento,
06:34se hizo nombre.
06:36Sólo un nombre, el de Leonora.
06:38Y de pronto,
06:39me ahogó el llanto.
06:41Fui una bestia malherida y asustada,
06:44y un aullido de dolor subió a mis labios.
06:47¿Quién te envía?
06:50¡Mensajero de la niebla!
06:52¡Compañero de las brujas!
06:53¡Niegro heraldo de la noche de difuntos!
06:56¡Es Leonora!
06:58¡Tal vez ella te ha enviado!
07:00¡Dime, cuervo!
07:01¡Tal vez ella se ha apiadado de mi amarga soledad!
07:06Pero el cuervo,
07:08que impasible sobre el busto de mi nerva me miraba,
07:10respondió serenamente,
07:13¡nunca más!
07:15Óyeme,
07:17siniestro amigo,
07:18seas pájaro o demonio,
07:20te ruego que me digas,
07:21tú lo sabes,
07:22si la paz que ahora me falta llegará.
07:24¡Te suplico!
07:25¡Que me digas si la muerte borraba de mi memoria el recuerdo de Leonora,
07:28de la amada, de la blanca, de la hermosa vida mía de Leonora,
07:31que un mal día se me fue de entre los brazos
07:34con la suave y dulce angustia de una novia por casarme.
07:40La implacable desanimación fue minuto y picante.
07:44Rebetida por el viento, por la lluvia,
07:47por aquel maldito cuervo del demonio.
07:51¡Nunca más!
07:53Y sonríe el alma en la boca,
07:55y grité con toda el alma,
07:57¡Fuera, cuervo, fuera!
07:59¡Vete para siempre de mi casa, compañero de Satán!
08:02¡Que no quede ni una pluma de mi paso!
08:04¡Fuera, cuervo!
08:05¡Déjame a solas contigo!
08:07¡Solo!
08:08¡Con mi soledad!
08:10Y el maldito pasarraco repitió implacablemente,
08:16¡Nunca más!
08:19Y ahí está,
08:21rígido y móvil sobre el busto de mi nerva,
08:25y sus ojos, como dos clavos de fuego,
08:27están fijos en los míos,
08:29penetrando hasta el fondo de mi alma.
08:32Porque ahora,
08:34por los siglos de los siglos,
08:37estará siempre a mi lado.
08:39No podré librarme nunca de su sombra.
08:42¡Nunca!
08:44¡Nunca!
08:47¡Nunca más!

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