Entre el segundo y el tercer set, Carlos Alcaraz caminaba hacia el vestuario y con sólo dos gestos resumía sus problemas a su equipo. Con el dedo índice se señalaba la cabeza. Y luego, con el mismo dedo, anotaba que no. Todavía no había acabado el partido, pero ya estaba fuera del US Open: desconectado, desanimado, desganado. En su peor actuación en un Grand Slam, Alcaraz perdió ante el neerlandés Botic van deZandschulp, el actual número 74 del mundo, por 6-1, 7-5 y 6-4 y se despidió de Nueva York en segunda ronda.
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00:00Al principio del partido me ha costado coger las distancias, he cometido muchos errores,
00:06sobre todo de distancia, de no ver bien la bola, o la he pegado muy atrás o le he pegado
00:12muy adelante, muy pocas veces he sentido la bola en el punto dulce, y en los restos igual,
00:21veía como que se me iba la bola, como que no llegaba bien, como que no apoyaba bien,
00:25es una sensación bastante rara, y la verdad que lo que siento ahora mismo es que en vez
00:30de dar pasos hacia adelante he dado pasos hacia atrás, en tema de cabeza, y no entiendo
00:34por qué, porque venía de un verano espectacular, de Roland Garros, de Wimbledon, saliendo de
00:40ahí diciendo que mentalmente como que había dado un paso hacia adelante, como que me había
00:45dado cuenta que para ganar grandes cosas o gran slam había que estar duro de cabeza,
00:50y cuando vengo a esta gira es como que he dado pasos hacia atrás, como que mentalmente
00:54no estoy bien, no estoy fuerte, entre los problemas no sé controlarme, no sé cómo
01:00gestionarlo y eso para mí la verdad que es un problema.