Un tocadiscos | Manuel Vicent y los gozos

  • el mes pasado
En la penúltima charla, Vicent habla de los zapatos y cómo es de importante dónde uno pone el pie. Además, el escritor nos explica sus gustos musicales y cuál es su momento favorito del día para escuchar música y sacar sus emociones a relucir. 

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Transcript
00:00Yo me fijo en cosas muy concretas, en que ahora mismo, para mí, la sabiduría máxima,
00:11después de haber leído a todos los clásicos, a todos los poetas, haber imaginado mundos de maravilla,
00:21para mí lo más importante es saber dónde pongo el pie.
00:28Eso es para mí y para mucha gente. Porque ahí tiene una doble faceta.
00:37Poner el pie en un sitio para no darte el costalazo, que en mi caso yo no me podría levantar a lo mejor.
00:44Pero donde pones el pie también tiene un sentido moral.
00:49Porque el ir por el buen camino, eso que decían los educadores antiguos,
00:56las malas compañías, ir por el buen camino, eso es cuestión de los zapatos.
01:02Los zapatos tienen una inspiración especial.
01:05Muchas veces, si te dejas llevar por la inspiración de tus propios zapatos,
01:10hay zapatos que te llevan por el buen camino, hay zapatos que te llevan por el mal camino.
01:16Y saber poner el pie, a veces pisar un charco es bueno, a veces es malo,
01:28meterte en charcos es malo, pero saltar un charco y badear un charco es bueno.
01:38Pero eso lo hacen los zapatos.
01:40¿Y cómo se llevan los buenos zapatos?
01:43¿Tú no lo notas cuando te pones unos buenos zapatos que los zapatos te llevan por el buen camino?
01:50Yo creo que sí, yo creo que sí. No es literatura.
01:54Es decir, los zapatos están inspirados.
01:59Oye, Manuel, ¿qué relación tienes tú con la música? ¿Escuchas música aún?
02:03Sí, yo pongo todas las tardes, pongo música.
02:07Bueno, la música a mí me ha gustado mucho.
02:12Y de hecho, en el libro este que he publicado, es también una historia de la música que he oído,
02:19los libros que he leído, los perros que he tenido, los coches que he tenido, en fin, todo eso.
02:25Y en ese sentido, la música, pues claro, antes estaba la radio Telefunken que había en mi casa,
02:36y pues lo que salía por ahí es lo que me gustaba.
02:39Y lo que me gustaba pues eran las coplas, los boleros, esos boleros que es, claro,
02:46porque los boleros es la violencia de género bailable.
02:52Hay boleros absolutamente criminales.
02:56Bueno, pues yo he pasado por todo esto.
02:59Hasta que llegó, porque hay dos momentos en que uno tiene la sensación de mando.
03:05Espera, espera que pase la ambulancia.
03:10Es que hay dos momentos en que uno tiene la sensación de mando.
03:13Cuando a los 12 años eres el dueño de un balón de cuero,
03:19y por lo tanto juegas de portero o de delantero centro,
03:25y cuando te cabreas o te cansas, coges el balón y te vas a casa y se acaba el partido.
03:31Eso te da una sensación de mando.
03:34Y otra sobre los 20 años, si tienes un tocadiscos,
03:39un tocadiscos que te permite que haya huateque,
03:43te estoy hablando del tiempo allá,
03:46que podías ver huateque si tú querías, y los discos que tú querías.
03:52Tenías los discos que tú querías.
03:54Bueno, esas dos sensaciones yo las he tenido.
03:58Pero en cuanto a la música, por ejemplo,
04:01yo primero el coplas, pasodobles, boleros y tal,
04:11boleros italianos, festival de San Remo, etc.
04:18Hasta que vino el Elvis.
04:22A partir de ahí yo entro en una fase, digamos que me gusta el jazz.
04:27Bueno, aparte de la música clásica, la música clásica, pues sí.
04:31Y después me gusta el jazz.
04:33Y después yo tuve, nosotros teníamos un grupo de amigos ahí en una casa en Madrid,
04:38y vino un viknik que venía a Marrakech,
04:42era de Suecia, y venía a Marrakech.
04:49Y él sabía que había en Madrid una casa abierta siempre,
04:52que era una especie de apeadera.
04:55Y allí él se iba hacia Marrakech.
04:58Y me dejó que le guardara para el regreso un montón de discos,
05:04discos de jazz, que estaban muy rayados,
05:08pero eran buenísimos, de una selección maravillosa.
05:13Y a partir de ahí yo empecé a oír esa música.
05:19Y bueno...
05:20¿Y ahora qué te pones?
05:22Pues me pongo música por las tardes, para llorar me pongo música de jazz.
05:28¿Para llorar?
05:29Sí, a mí me gusta llorar por las tardes.
05:31¿Pero tienes la necesidad de llorar?
05:33Sí, sí.
05:34¿Por qué?
05:35Porque es muy lenitivo.
05:37Hombre, no moquear, ¿sabes?
05:40¿Pero llorar para ponerte triste?
05:42Que me salten las lágrimas, me encanta.
05:44¿Pero y por qué?
05:46Pues porque está la nostalgia de una tarde de otoño,
05:51hombre, una tarde de otoño.
05:53Yo me pongo a, yo qué sé, a Abel Anderson, a Duke Ellington,
06:00o me pongo a Chech Baker, o me pongo a Mike Davis,
06:05y yo lloro.
06:06¿Lloras por una razón concreta?
06:08Lloro porque veo que el mundo se acaba, ¿sabes?
06:13Y vamos a ver.
06:15¿El mundo en general o tu mundo en particular?
06:17Mi mundo, mi mundo, claro, a mí el otro mundo ya no me interesa,
06:22ya no me interesará.
06:24Me gustaría verlo, ¿eh?
06:25Sentado en un sellón blanco de mimbre y ver, pues,
06:29yo creo que será como una gran fiesta, ¿no?
06:31Una fiesta...
06:32El día del fin del mundo.
06:33...de luz y color, ¿no?
06:34Será un luz y color.
06:36Y bueno, pues ya está.
06:37¿Y tú lloras pensando en que se acaba?
06:40Sí, pensando en que pienso, ¿sabes?
06:44Es como algo así...
06:46Es muy raro, explicártelo es muy raro, pero...
06:51¿Te das cuenta que nos hemos puesto a hablar del fin del mundo
06:54y ha parado un coche con la música para darle un tono incluso a la conversación?
06:58Está todo previsto.
06:59¿Está todo...?
07:00Naturalmente, antes ha pasado una ambulancia que fue exportada,
07:03pero esa ambulancia tenía que haber estado dentro del programa.
07:07La le vamos a dejar.
07:08Claro.
07:09Si tú lo pides lo dejamos.
07:11La ambulancia es fantástica, hombre.
07:14La ambulancia.

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