El desayuno de Amparo Dávila
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CreatividadTranscripción
00:00El desayuno de Amparo Dávila.
00:30Cuando Carmen bajó a desayunar a las siete y media,
00:35según la costumbre de la familia, todavía no estaba vestida,
00:40sino cubierta con su bata de paño azul marino
00:45y con el pelo desordenado.
00:50Pero no fue sólo esto lo que llamó la atención de los padres y del hermano,
00:55sino su rostro demacrado y ojeroso,
01:00como el de quien ha pasado mala noche o sufre una enfermedad.
01:05Dio los buenos días de una manera automática
01:10y se sentó a la mesa dejándose casi caer sobre la silla.
01:15—¿Qué te pasa?
01:20Le preguntó el padre, observándola con atención.
01:25—¿Qué tienes, hija? ¿Estás enferma?
01:30Preguntó a su vez la madre, pasándole un brazo por los hombros.
01:35—Tiene cara de no haber dormido, comentó el hermano.
01:43Ella se quedó sin responder como si no los hubiera escuchado.
01:48Los padres se miraron de reojo,
01:53muy extrañados por la actitud y el aspecto de Carmen.
01:58Sin atreverse a hacer más preguntas, comenzaron a desayunar,
02:03esperando que en cualquier momento se recobrara.
02:08A lo mejor anoche bebió más de la cuenta
02:13y lo que tiene a la pobre es una tremenda cruda,
02:18pensó el muchacho.
02:23Esas constantes dietas para guardar la línea ya deben de haberla afectado.
02:28Se dijo la madre a ir hacia la cocina por el café y los huevos revueltos.
02:33—Hoy sí iré a la peluquería antes de comer, dijo el padre.
02:48—Hace varios días que intentas lo mismo, comentó la mujer.
02:53—Si vieras cuánta pereza me da solo pensarlo.
02:58—Por esa misma razón yo nunca voy, aseguró el muchacho.
03:03—Y ya tienes una importante melena de existencialista.
03:08—Yo no me atrevería a salir hacia la calle, dijo el padre.
03:13—Si vieras qué éxito, dijo el muchacho.
03:18—Lo que deberían hacer es ir juntos al peluquero,
03:23sugirió la madre mientras le servía el café y los huevos.
03:28Carmen puso los codos sobre la mesa
03:33y apoyó la cara entre las manos.
03:38—Tuve un sueño espantoso, dijo con voz completamente apagada.
03:43—¿Un sueño?
03:48—¿Un sueño?
03:53—preguntó la madre.
03:56—Un sueño no es para ponerse así, niña, dijo el padre.
04:01—Anda, desayúnate.
04:06Pero ella parecía no tener la menor intención de hacerlo
04:11y se quedó inmóvil y pensativa.
04:16—No es una situación trágica, ni modo,
04:21explicó el hermano sonriendo.
04:26Estas actrices inéditas…
04:31Pero mira, no te aflijas.
04:36En el teatro de la escuela pueden darte un papel.
04:41Lo único que consigues es ponerla más nerviosa.
04:46El muchacho no insistió en sus bromas
04:51y se puso a platicar de la manifestación que habían hecho los estudiantes la noche anterior
04:56y que un grupo de granaderos dispersó lanzando gases lacrimógenos.
05:01—Precisamente por eso me inquieto por ti, dijo la madre.
05:06—Yo no sé lo que daría porque no anduvieras en esos mítines tan peligrosos.
05:11Nunca se sabe cómo van a terminar o a quiénes se llevan a la cárcel.
05:16—Pues si le toca a uno, ni modo, dijo el muchacho.
05:21Pero tú comprenderás que no es posible quedarse muy tranquilo en su casa.
05:26Cuando otros están luchando, habrá su partido.
05:31—Yo no estoy de acuerdo con esas tácticas que emplea el gobierno,
05:36dijo el padre, mientras untaba una tostada con mantequilla y se sirvió otra taza de café.
05:41No obstante, no simpatizó con los mítines estudiantiles
05:46porque yo pienso que los estudiantes deben dedicarse sencillamente a estudiar.
05:51—Según él, no debería estar en la cárcel.
05:56—Sería difícil que una gente tan conservadora como tú
06:01entendiera un movimiento de este tipo, dijo el muchacho con ironía.
06:06—Soy y siempre he sido partidario de la libertad y de la justicia,
06:11agregó el padre.
06:16Pero en lo que no estoy de acuerdo,
06:21soñé que había matado a Luciano.
06:26En lo que no estoy de acuerdo,
06:31repitió el padre.
06:36¿Que habían matado a quién?
06:41Preguntó de pronto.
06:47Soñé que había matado a Luciano.
06:52Pero mira, hija, que ponerse así por un sueño tan absurdo,
06:57es como si yo soñara con meter un desfalco en el banco y por eso me enfermara,
07:02dijo el padre limpiándose los bigotes con la servilleta.
07:07También he soñado muchas veces que me saco la lotería.
07:12Y ya ves,
07:17todos soñamos a veces cosas desagradables,
07:22otras veces cosas hermosas, dijo la madre,
07:27pero ningunas ni otras se realizan.
07:32Si quieres tomar los sueños según la gente los interpreta,
07:37o un augurio de matrimonio y dentro de dos meses...
07:42¿Y qué tal aquella vez?
07:47Dijo el hermano dirigiéndose a Carmen,
07:52que soñé que me iba con Claudia de vacaciones a la montaña.
07:57Ya habíamos llegado a la cabaña y las cosas empezaban a ponerse buenas
08:02¿Te acuerdas de lo furioso que me puse?
08:07No recuerdo muy bien cómo empezó.
08:12Después estábamos en el departamento de Luciano.
08:17Había claveles rojos en un florero.
08:22Tomé uno, el más lindo, y fui hacia el espejo.
08:27Comenzó a contar Carmen con voz pausada y lisa,
08:32sin inflexiones.
08:37Me puse a jugar con el clavel.
08:42Tenía un olor demasiado fuerte.
08:47Lo aspiré varias veces.
08:52No era tan contenta como cuando era niña y bailaba con papá.
08:57Comencé a bailar con el clavel en la mano,
09:02como si hubiera sido una dama del siglo pasado.
09:07No me acuerdo cómo estaba vestida.
09:12La música era linda y yo me abandonaba por completo.
09:17Tomé los zapatos y los tiré por la ventana.
09:22La música no terminaba nunca.
09:27Y yo comencé a sentirme muy fatigada.
09:32Quise detenerme a descansar, pero no podía dejar de moverme.
09:37El clavel me obligaba a seguir bailando.
09:42A mí no me parece que ese sea un sueño desagradable,
09:47comentó la mujer.
09:52Olvídate ya de ese sueño y desayúnate,
09:57le rogó nuevamente el padre.
10:02No te va a alcanzar el tiempo para vestirte y llegar a la oficina,
10:07¿no?
10:12El padre hizo un gesto de desaliento.
10:17El sábado será por fin la cena para don Julián.
10:22Habrá que mandar el traje a la tintorería.
10:27Creo que necesita una buena planchada, le dijo a su mujer.
10:32¿A veces son tan informales?
10:37¿En dónde va a ser la cena?, preguntó el muchacho.
10:42Todavía no nos hemos puesto de acuerdo,
10:47pero lo más seguro es que sea en la terraza del Hotel Alameda.
10:52¡Qué elegantes!, comentó el muchacho.
10:57Le aseguró a su madre.
11:02Tiene una vista magnífica.
11:07Yo no sé ni qué voy a ponerme, se lamentó la mujer.
11:12Te queda muy bien el vestido negro, le dijo el hombre.
11:17Pero siempre llevo el mismo, van a pensar que es el único que tengo.
11:22Pues si quieres ponerte otro, pero realmente te ves muy bien en ese vestido.
11:27Luciano estaba contento, mirándome bailar.
11:32De una caja de cuero sacó una pipa de marfil.
11:37De pronto terminó la música,
11:42y yo no podía dejar de bailar.
11:47Lo intenté muchas veces.
11:52Desesperada quise arrojar el clavel que me obligaba a seguir bailando,
11:57pero mi mano no se abrió.
12:02Entonces hubo otra vez música, de las paredes, del techo, del piso.
12:07Salían flautas, trompetas, clarinetes, saxofones.
12:12Era un ritmo vertiginoso,
12:17un largo grito desgarrado o una risa jubilosa.
12:22Yo me sentía arrastrada por aquel ritmo,
12:27cada vez más acelerado y frenético.
12:32No podía dejar de bailar.
12:37El clavel me había poseído.
12:42Por más que lo intentaba, no podía dejar de bailar.
12:47Los tres se quedaron unos minutos esperando que Carmen continuara el relato.
12:52Después se miraron comunicándose su extrañeza y siguieron desayunando.
13:07¡Dame un poco más de huevo!
13:12Pidió el muchacho a la madre y miró de reojo a Carmen,
13:17que se había quedado ensimismada.
13:22Mientras pensaba, cualquiera diría que fumó marihuana.
13:27La mujer le sirvió al muchacho
13:32y tomó un vaso de jugo que estaba frente a Carmen.
13:37¡Beba este jugo de tomate, hija! ¡Te sentará bien!
13:42Le rogó.
13:47Al mirar el vaso que le ofrecía su madre,
13:52el rostro de Carmen se desfiguró totalmente.
13:57¡No, por Dios! ¡No, no! Así era su sangre.
14:02Roja. Roja.
14:07Pesada. Pegajosa. ¡No, no!
14:12¡Qué crueldad! ¡Qué crueldad!
14:17Decía golpeando las palabras y escupiéndolas.
14:23Después escondió la cara entre las manos y comenzó a sollozar.
14:30La madre, afligida, le acarició la cabeza.
14:37¡Claro! Dijo el padre exasperado.
14:42¡Trabaja mucho! ¡Se desvela todas las noches!
14:47No es en el teatro, es el cine. Cenas, reuniones.
14:52En fin, aquí está el resultado.
14:56Quieren agotarlo todo de una sola vez.
15:01Les enseña a uno moderación y enseguida dicen,
15:06tú no sabes de estas cosas, en tu tiempo todo era diferente.
15:11Y es cierto, uno no sabe de muchas cosas,
15:17¿qué estás insinuando tú?
15:21La voz de la mujer era abiertamente agresiva.
15:26Por favor, intervino el hijo.
15:31Esto ya se está poniendo insoportable.
15:36Luciano estaba recostado en el diván verde.
15:41Fumaba y reía. El humo le velaba la cara.
15:46Yo solo oía su risa.
15:51Hacía pequeños anillos con cada bocanada de humo.
15:56Subían y bajaban. Subían.
16:01Subían. Luego estallaban.
16:06Se rompían en mil pedazos.
16:11Eran minúsculos seres de cristal.
16:16Caballitos. Palomas. Venados.
16:21Conejos. Búhos. Gatos.
16:26El cuarto se iba llenando de animalitos de cristal.
16:31Estaban en todos lados como espectadores mudos.
16:36Otros permanecían suspendidos en el aire,
16:41como si hubiera cuerdas invisibles.
16:46Luciano reía mucho al ver los miles de animalitos
16:51que echaba en cada bocanada de humo.
16:56No sabía si tenía sitio donde moverme.
17:01Los animalitos lo invadían todo.
17:06El clavel me obligaba a bailar.
17:11Y los animalitos salían y salían. Cada vez más.
17:16Hasta en mi cabeza había animalitos de cristal.
17:21Luciano se reía carcajadas, como yo nunca lo había visto.
17:26Los instrumentos también comenzaron a reírse.
17:31Las flautas y las trompetas. Los clarinetes.
17:36Los saxofones.
17:41Todos se reían al ver que yo ya no tenía espacio donde bailar.
17:46Y cada vez salían más animalitos. Más y más.
17:51Llegó un momento en que casi no me movía.
17:56Apenas me balanceaba.
18:01Después ya no pude ni hacer eso.
18:06Me había encercado por completo.
18:11Y ya no había clavel. Ya no había clavel.
18:16Era el corazón de Luciano.
18:21Rojo. Caliente.
18:26Vibrante todavía entre mis manos.
18:31Los padres y el hermano se miraron llenos de confusión.
18:36Sin entender ya nada.
18:41Sobre ellos había caído.
18:46Como un intruso que rompiera el ritmo de su vida
18:51y lo desorganizara todo. El trastorno de Carmen.
18:56Se habían quedado de pronto mudos y vacíos.
19:01Temerosos de dar cabida a lo que no querían ni siquiera pensar.
19:06Lo mejor será que se acueste un rato
19:11y que se tome algo para los nervios.
19:16O de lo contrario todos terminaremos mal.
19:21Dijo el hermano.
19:26Sí, en eso estaba pensando.
19:31Dijo el padre. Dale una de esas pastillas que tomas.
19:36Ordenó a la mujer.
19:41Anda, hija, sube a recostarte un rato.
19:46Sin tener ella misma fuerzas para nada.
19:51Llévate estas uvas.
19:56Carmen levantó la cara y su rostro era un campo totalmente devastado.
20:01En un murmullo que apenas entendía dijo.
20:06Así estaban los ojos de Luciano.
20:11Estáticos y verdes como cristal opaco.
20:16La luna entraba por la ventana.
20:21La luz fría iluminaba su rostro.
20:26Tenía los ojos verdes muy abiertos. Muy abiertos.
20:31Ya todos se habían ido.
20:36Los instrumentos y los animalitos de cristal.
20:41Todos se habían marchado.
20:46Ya no había música. Solo silencio y vacío.
20:51Los ojos de Luciano me miraban fijamente.
20:56Fijamente. Como si quisieran traspasarme.
21:01Y yo ahí a mitad del cuarto con su corazón latiendo en mis manos.
21:06Latiendo todavía.
21:09Latiendo.
21:24Llévatela a acostar. Dijo el hombre a su mujer.
21:29Voy a llamar a la oficina diciendo que está indispuesta.
21:33Y creo que también al doctor.
21:36Y con la mirada busco aprobación.
21:40La madre y el hijo movieron la cabeza afirmativamente.
21:45Mientras sus ojos tenían una mirada de agradecimiento hacia el viejo.
21:49Que cumplía su deseo más inmediato.
21:54Anda, hija. Vamos para arriba. Le dijo la madre.
22:01Pero Carmen no se movió ni pareció escuchar.
22:06Déjala. Yo la llevaré. Dijo el hermano.
22:11Prepárale un té caliente. Le hará bien.
22:17La mujer se dirigió a la cocina caminando pesadamente.
22:23Como si sobre ella hubiera caído de golpe el peso de muchos años.
22:29El hermano intentó mover a Carmen.
22:34Y al no responder ella, no quiso violentarla y decidió esperar a ver si reaccionaba.
22:42Encendió un cigarrillo y se sentó a su lado.
22:48El padre terminó de hablar por teléfono y se derrumbó en un viejo sillón de descanso.
22:54Desde el que observaba a Carmen.
23:00Ya nadie fue a trabajar este día.
23:04Ojalá y no sea nada serio.
23:10La mujer hacía ruido en la cocina. Como si al moverse tropezara con todo.
23:17El sol entraba por la ventana del jardín.
23:23Pero no lograba ver a Carmen.
23:29El sol entraba por la ventana del jardín.
23:33Pero no lograba alegrar ni calentar aquella habitación donde todo se había detenido.
23:41Los pensamientos. Las sospechas. Estaban agazapados o velados por el temor.
23:51La ansiedad y la angustia se escudaban en desolada mudez.
23:59El muchacho miró su reloj.
24:03Son casi las nueve. Dijo por decir algo.
24:09El doctor viene para acá. Por suerte estaba todavía en su casa.
24:14Dijo el padre.
24:17En ese momento, el reloj musical que le habían regalado a la madre en su último cumpleaños
24:25comenzó a tocar.
24:28La mujer salió de la cocina con una taza de té humeante.
24:58Y los ojos enrojecidos.
25:04Ve subiendo. Le dijo el hombre. Ahora la llevamos.
25:12Vamos para arriba, Carmen.
25:16Entre los dos le hicieron incorporarse.
25:20Ella se dejó conducir sin oponer ninguna resistencia.
25:25Y comenzó a subir lentamente la escalera.
25:38Estaba muy lejos de sí misma y del momento.
25:42Sus ojos casi fijos miraban hacia otra parte.
25:46Hacia otro instante.
25:49Parecía una figura fantasmal que se desplazaba entre las rocas.
25:57No alcanzaron a llegar al final de la escalera.
26:05Unos fuertes golpes en la puerta de la calle los detuvieron.
26:12El hermano bajó corriendo pensando que sería el médico.
26:19Al abrir la puerta entró bruscamente la policía.