Transforman una iglesia en rocódromo ante la falta de fieles y el aumento de los gastos de mantenimiento

  • hace 3 meses
La pérdida de católicos practicantes y los enormes gastos que conlleva el mantenimiento de un edificio histórico ha llevado a algunas parroquias de Bélgica a cerrar sus iglesias, desacralizarlas y darles otros usos transformándolas en restaurantes, hoteles e incluso un rocódromo, que ahora se ha convertido en el nuevo templo para los escaladores de Bruselas.