El círculo más estrecho de colaboradores de Donald Trump ha vuelto a ser golpeado por sus vínculos con Rusia. En esta ocasión se trata del fiscal general -cargo que equivaldría en España al de ministro de Justicia-, Jeff Sessions, que hoy tuvo que recusarse de cualquier investigación relativa a la campaña electoral de 2016.
Sessions tuvo que hacer ese anuncio después de que el diario 'The Washington Post' revelara que había mentido bajo juramento al Senado el 10 de enero, cuando el senador demócrata Al Franken le preguntó si había tenido algún contacto con Moscú durante la campaña. "No tuve ninguna comunicación con los rusos", dijo el fiscal general.
El fiscal general estaba mintiendo. Como desveló hoy el 'Post', Sessions se había reunido al menos dos veces con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak. Una, en julio; la otra, en septiembre. En esa segunda ocasión, el encuentro fue, directamente, en el despacho de Sessions en el Senado. Posteriormente se supo que el 13 de septiembre Session también conversó por teléfono con Kislyak.
Sessions, que fue el primer senador en apoyar a Donald Trump y es, junto con su yerno, Jared Kushner, y su asesor político, Steve Bannon, su más cercano colaborador, era en aquellos meses uno de los principales asesores en política exterior del candidato republicano, y su nombre ya sonaba como más que probable miembro del gabinete en un eventual Gobierno de Trump. Después, ante una pregunta similar del senador Patrick Leahy, formulada por escrito, Sessions volvió a responder: "No".
Sessions tuvo que hacer ese anuncio después de que el diario 'The Washington Post' revelara que había mentido bajo juramento al Senado el 10 de enero, cuando el senador demócrata Al Franken le preguntó si había tenido algún contacto con Moscú durante la campaña. "No tuve ninguna comunicación con los rusos", dijo el fiscal general.
El fiscal general estaba mintiendo. Como desveló hoy el 'Post', Sessions se había reunido al menos dos veces con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak. Una, en julio; la otra, en septiembre. En esa segunda ocasión, el encuentro fue, directamente, en el despacho de Sessions en el Senado. Posteriormente se supo que el 13 de septiembre Session también conversó por teléfono con Kislyak.
Sessions, que fue el primer senador en apoyar a Donald Trump y es, junto con su yerno, Jared Kushner, y su asesor político, Steve Bannon, su más cercano colaborador, era en aquellos meses uno de los principales asesores en política exterior del candidato republicano, y su nombre ya sonaba como más que probable miembro del gabinete en un eventual Gobierno de Trump. Después, ante una pregunta similar del senador Patrick Leahy, formulada por escrito, Sessions volvió a responder: "No".
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