100 kilómetros. Once días. Agosto. Pekín. Puede parecer una locura, pero sí: se trata de un espectacular atasco que miles de personas han tenido que padecer hasta este miércoles, cuando por fin parece que ha concluido. ¿Precariedad en las infraestructuras?, ¿necesidad urgente de un cambio? Sea como fuere, lo que parece claro es que aquellas personas que desde hace más de diez días intentaban atravesar desde la capital china hasta Huai an, no olvidarán el 14 de agosto.
Siestas improvisadas, juegos de cartas y vendedores ambulantes que cobran lo mínimo al precio máximo son algunos de los principales elementos que han protagonizado la vida en la autopista nacional número 110, que une Pekín con el Tíbet.
"Los fideos instantáneos se venden a cuatro veces su precio original", aseguraba uno de los sufridos conductores que, al igual que la mayoría, criticaban el abuso de los vendedores, que saben que, en esta peculiar situación, nadie puede rechazar sus 'ofertas'.
Las autoridades achacan lo ocurrido a los preparativos, ya en activo, para la reparación de la vía, que canaliza el tráfico pesado desde Pekín hasta el oeste del país. Sin embargo, extraoficialmente se explica el origen de este brutal embotellamiento en el transporte ilegal de carbón desde las cuencas mineras del norte del país.
De momento, parece que las causas de este suceso no han sido aclaradas, pero lo que sí imaginamos todos es cómo se habrán sentido aquellos conductores cuando, desde el día 14 de agosto, se vieron atrapados en la carretera. Sólo queda el 'consuelo' de que puedan recordar esto cuando estén en los habituales atascos de la 'vuelta al cole'. Y es que ya saben, podría ser peor.
Siestas improvisadas, juegos de cartas y vendedores ambulantes que cobran lo mínimo al precio máximo son algunos de los principales elementos que han protagonizado la vida en la autopista nacional número 110, que une Pekín con el Tíbet.
"Los fideos instantáneos se venden a cuatro veces su precio original", aseguraba uno de los sufridos conductores que, al igual que la mayoría, criticaban el abuso de los vendedores, que saben que, en esta peculiar situación, nadie puede rechazar sus 'ofertas'.
Las autoridades achacan lo ocurrido a los preparativos, ya en activo, para la reparación de la vía, que canaliza el tráfico pesado desde Pekín hasta el oeste del país. Sin embargo, extraoficialmente se explica el origen de este brutal embotellamiento en el transporte ilegal de carbón desde las cuencas mineras del norte del país.
De momento, parece que las causas de este suceso no han sido aclaradas, pero lo que sí imaginamos todos es cómo se habrán sentido aquellos conductores cuando, desde el día 14 de agosto, se vieron atrapados en la carretera. Sólo queda el 'consuelo' de que puedan recordar esto cuando estén en los habituales atascos de la 'vuelta al cole'. Y es que ya saben, podría ser peor.
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