• hace 11 meses
China sigue a lo suyo. Ni la desaceleración de su economía ni el desplome de sus mercados financieros están deteniendo el 'atracón' de petróleo que se están dando sus refinerías y empresas petroleras. Aunque la lógica económica dice que una economía que crece menos y que pierde población debería consumir menos crudo, las empresas estatales chinas han vuelto a importar una cantidad récord de petróleo en diciembre (con Rusia e Irán como grandes beneficiados), lo que podría estar ayudando a sostener el precio del barril por encima de los 80 dólares. Si China sigue los patrones de años pasados, en los primeros meses de 2024 (temporada alta de compras de crudo para Pekín) debería importar cantidades aún superiores. Las grandes preguntas son qué está haciendo con ese petróleo (almacenarlo, refinarlo...) y si Pekín va a mantener este vertiginoso ritmo de compras y cuánto cabe en sus reservas.

China parece ignorar por completo la perspectiva de un menor crecimiento económico y se lanza con todo a comprar petróleo. Los últimos datos de la Administración General de Aduanas muestran como las importaciones chinas de crudo alcanzaron los 11,43 millones de barriles diarios en diciembre, según publican desde Mintec, proveedor independiente de datos sobre materias primas. Más allá de la tensión en el Mar Rojo, China podría estar detrás de la reciente fortaleza del petróleo. El barril de Brent ha recuperado los 83 dólares, mientras que el West Texas ha alcanzado los 78 dólares.

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