Elimina el exceso de uñas acrílicas y acércalas al máximo a tus uñas naturales.
Lima o pule las uñas hasta que desaparezca el brillo del esmalte.
Aplica aceite en las cutículas o vaselina en los lados de las uñas.
Esto protege la piel alrededor de las uñas de la acetona.
Empapa pequeños discos de algodón en acetona.
También se puede utilizar un quitaesmalte con un alto porcentaje de acetona.
Coloca las almohadillas empapadas en las uñas y envuélvelas bien en papel de aluminio.
Asegúrate de ajustar la parte inferior para que no entre aire.
Deja en remojo entre 40 minutos y una hora.
Retira el papel de aluminio y rasca suavemente la uña acrílica.
Puedes utilizar un removedor de cutículas de metal o de madera para hacerlo.
Empuja el acrílico desde las cutículas hacia abajo.
Quita los trozos de acrílico que queden.
Aplica un poco de aceite para cutículas y esmalte para fortalecer las uñas.
Lima o pule las uñas hasta que desaparezca el brillo del esmalte.
Aplica aceite en las cutículas o vaselina en los lados de las uñas.
Esto protege la piel alrededor de las uñas de la acetona.
Empapa pequeños discos de algodón en acetona.
También se puede utilizar un quitaesmalte con un alto porcentaje de acetona.
Coloca las almohadillas empapadas en las uñas y envuélvelas bien en papel de aluminio.
Asegúrate de ajustar la parte inferior para que no entre aire.
Deja en remojo entre 40 minutos y una hora.
Retira el papel de aluminio y rasca suavemente la uña acrílica.
Puedes utilizar un removedor de cutículas de metal o de madera para hacerlo.
Empuja el acrílico desde las cutículas hacia abajo.
Quita los trozos de acrílico que queden.
Aplica un poco de aceite para cutículas y esmalte para fortalecer las uñas.
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