• hace 3 años
Los seres humanos han ideado maneras notables de sobrevivir e incluso prosperar en muchos de estos lugares. Ahora estas maravillas naturales se someten a todo tipo de cambios, y las técnicas de supervivencia humana también deben evolucionar

En el alto Himalaya, el pastor de yaks Thokmay Lowa y su pequeño grupo conducen su rebaño a través de uno de los puertos de montaña más extremos de la región. Durante varios meses del año, estos pastores viven vidas aisladas lejos de sus familias, antes de regresar en primavera a los pastos de verano. Su viaje está plagado de peligros, ya que el terreno que deben atravesar es muy traicionero. Dado que los bebés yaks nacieron más tarde de lo habitual este año, algunos tienen solo un día cuando deben enfrentar el viaje.

En el Ártico canadiense, las comunidades tradicionales Inuit aún buscan gran parte de sus alimentos. Minnie Nappaaluk, de 63 años, y su nieta, Eva, se embarcan en una de las expediciones más peligrosas para la comida: la cosecha de mejillones. Los inviernos aquí son tan extremos que la superficie del mar se congela, y cuando las mareas de primavera se apagan, el hielo marino se suspende sobre el lecho marino. Tal como lo han hecho las mujeres inuit durante siglos, Minnie y Eva hicieron un hoyo a través del hielo marino y se aventuraron por debajo de esta cambiante y peligrosa capa de hielo para recoger su recompensa.

Algunas maravillas naturales están amenazadas como nunca antes, en ninguna parte más que en la Amazonía brasileña. En Mato Grosso, como resultado de la deforestación, el microclima de la región ha cambiado. Ahora se dispara la ira fuera de control en la temporada seca. Estos hábitats no solo destruyen hábitats sino que también amenazan la existencia misma de los pueblos indígenas que aún viven vidas tradicionales en la selva. Ahora, un proyecto tiene como objetivo hacer frente a estos incendios, enseñando a los pueblos indígenas cómo combatir efectivamente los incendios. Es una tarea desalentadora y peligrosa, pero la continuación de su forma de vida tradicional depende de ello.

En el deslumbrante interior de Australia, la ganadería requiere mucho espacio. La única manera de reunir eficientemente las manadas en estas vastas granjas es a través del uso de helicóptero. Es un trabajo peligroso: debe volar bajo y lentamente sobre terrenos difíciles, y cada año se mata a algunos pilotos. Pero gracias al esfuerzo de personas como Chris, ahora es posible cultivar a esta escala en el Outback.

En lo profundo del interior de Siberia, la supervivencia es dura. Pero el cambio climático está abriendo un nuevo nicho para los habitantes humanos de esta región: la colección de colmillos de mamut. Los colmillos han estado encerrados en el permafrost de Siberia durante miles de años, pero a medida que el clima cambia y el permafrost comienza a derretirse más cada verano, está renunciando a esta recompensa inesperada. Estos colmillos están hechos de marfil y pueden venderse por miles de dólares.

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