• hace 3 años
James Phelps llega a lo que parece ser un parque que tiene un tren en miniatura para niños, justo cuando este se detiene junto a la oficina. Le dice al conductor que es de la oficina de seguridad y este le entrega la llave de la misma. En el mostrador hay unas fotos y una casette.

Buenas días, señor Phelps.

Las agencias convencionales para el cumplimiento de la ley no han sido capaces de evitar que Frank Brady (foto) y su subordinado inmediato, Martin Stoner (foto), utilicen con éxito tácticas terroristas para obligar a hombres de negocios honrados de todo el Suroeste a entrar en sociedad secreta con el mundo del hampa.

Cientos de millones de dólares están yendo a parar al sindicato a través de la organización de Brady.

Su misión, si decide aceptarla, es evitar que haya más violencia y conseguir las pruebas necesarias para detener a Brady y Stone de una vez por todas.

Esta grabación se autodestruirá en cinco segundos.

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