Lilian Cabrera, o “Tuti” como todos la llaman, es la creadora de Toma Arte con ArtesanoTuti, y fue quien hace unos tuvo la idea de hacer que los adultos, jóvenes o mayores, de Caracas se desestresaran a través del arte, iniciativa que desde 2016 hace que tomen pinceles y plasmen sus obras en tres horas.
La idea surgió en Boston, Estados Unidos, cuando su hija la llevó a una clase de pintura. Lilian tenía 30 años y fue la primera vez que sus manos tocaron un pincel y al ser una experiencia “fantástica”, como ella la describe, decidió que no podía quedar ahí y que al llegar a Caracas la replicaría para que todos pudieran vivir la experiencia.
Así hizo, creó en Caracas un enlace entre los maestros y los alumnos, y con un equipo volvió realidad Toma Arte que siempre está de la mano con ArtesanoTuti, por ser este último el encargado de toda la logística de cada clase. Sin embargo, la creación fue adaptada a los venezolanos, quienes, explica Cabrera, exigen mucho más y disfrutan salirse de las líneas. Por ello, las clases abarcan distintas técnicas.
La iniciativa no demanda ser un artista porque para Lilian Cabrera todos pueden pintar, y la razón por la que se dedica a los adultos y no a los niños es porque quiere que aparten la rutina, la realidad y los problemas y dediquen un momento para ellos mismos.
La idea surgió en Boston, Estados Unidos, cuando su hija la llevó a una clase de pintura. Lilian tenía 30 años y fue la primera vez que sus manos tocaron un pincel y al ser una experiencia “fantástica”, como ella la describe, decidió que no podía quedar ahí y que al llegar a Caracas la replicaría para que todos pudieran vivir la experiencia.
Así hizo, creó en Caracas un enlace entre los maestros y los alumnos, y con un equipo volvió realidad Toma Arte que siempre está de la mano con ArtesanoTuti, por ser este último el encargado de toda la logística de cada clase. Sin embargo, la creación fue adaptada a los venezolanos, quienes, explica Cabrera, exigen mucho más y disfrutan salirse de las líneas. Por ello, las clases abarcan distintas técnicas.
La iniciativa no demanda ser un artista porque para Lilian Cabrera todos pueden pintar, y la razón por la que se dedica a los adultos y no a los niños es porque quiere que aparten la rutina, la realidad y los problemas y dediquen un momento para ellos mismos.
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