• hace 5 años
Hablar de la muerte no es una tarea fácil, menos cuando se trata de conversarlo con un niño. Hay que encontrar las palabras y el tono adecuado para no traumatizarlo. Los expertos recomiendan no informar a los niños sobre la muerte, hasta que formulen una pregunta específica. La muerte puede entonces, ser abordada por imágenes más suaves que la dura realidad, con hojas cayendo de un árbol, una flor descolorida, etc. También hay libros que abordan el tema de una manera más sutil, imaginativa, y con metáforas. Con historias más "relajadas" que tratan el tema de una manera más delicada. No existe la fórmula adecuada, lo importante es tener en cuenta los sentimientos del niño y no excluirlo de la situación.

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