Manuel Murillo Sánchez, 63 años, vigilante de seguridad, aficionado a las carreras de fondo y al tiro de precisión. Practicaba en el Club de Tiro de Terrassa. Tenía licencia de armas y disparaba con rifles con visor telescópico. Uno de sus compañeros en el club de tiro y propietario de la armería donde Murillo compraba nos cuenta que era una persona solitaria y retraída. Hijo de un alcalde franquista de Rubí, no escondía simpatías por el dictador, aunque a los Mossos no les consta vinculación con ningún grupo de ultraderecha. El club de tiro se plantea ahora expulsarlo. Sin antecedentes penales, tampoco hay constancia de problemas psicológicos. Está divorciado y tiene dos hijas. En el club de atletismo donde corría están sorprendidos. En los 80 fue campeón de España de los 100 kilómetros. Ahora, a punto de jubilarse, participaba en carreras populares.
-Redacción-
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