Los vecinos de Monforte del Cid, en Alicante, han despedido con mucho dolor a Jessica Bravo. Dolor y frustración, porque hizo lo que tenía que hacer. "Ella denuncio, pero la Justicia no hizo lo que tenía que haber hecho", asegura una vecina de la localidad alicantina. La joven de 28 años fue valiente, porque denunció a su asesino hasta en cuatro ocasiones, la última el día anterior a su muerte. Lo dejaron libre con medidas cautelares sólo cinco días antes de que Imanol la disparara a bocajarro a la salida del colegio. Tristeza y desconsuelo en los rostros de todo un pueblo. Multitudinario funeral que ha tenido también la presencia de Cruz Roja. Pocos conocían su calvario.
-Redacción-
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