En junio de 2004, Iñaki Urdangarín explicó en un documento cómo iban a hacer para pagar los seis millones que costaba la reforma de la vivienda de Pedralbes. Además de sus ahorros, contaba con una donación de un millón doscientos mil euros, justo la cantidad que semanas más tarde les entregaría el Rey. Fueron dos ingresos de 600.000 euros, uno en julio y otro en septiembre. Según la Casa Real, se trató de un préstamo al cero por ciento de interés. Lo formalizaron ante notario y se comunicó a Hacienda. De haber sido una donación, habrían tenido que pagar el 30 por ciento de impuestos. Aunque Urdangarín contaba con pedir una hipoteca de tres millones, al final fue de cinco. "La Caixa" se la concedió con una carencia de cuatro años. El Duque negó ante el juez un trato de favor por parte del presidente de la entidad, Isidro Fainé. Explicó que solo lo conocía de haber coincidido en alguna conferencia con él y que las condiciones las pactó con su sucursal de "La Caixa". En cambio, en un correo, Urdangarín hablaba de "Isidro como un segundo padre". Hoy, el chalet está en venta y deben más de tres millones y medio al banco.
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