• hace 5 años
Viéndole nadie podría decir que este colombiano podría haber degollado a 3.000 personas. Tres mil campesinos a los que después de abrazar, descuartizaba con su cuchillo. Y ese era su nombre, Cuchillo, porque por Pedro Oliveiro Guerrero nadie la conocía. El presidente colombiano anunciaba así su muerte. Tras años de búsqueda, la policía conseguía localizarle. 300 agentes se desplegaban en la zona mientras él celebraba la nochebuena. Acorralado, escapó lanzándose a un río. Tres días después el cadáver que ahora trasporta la policía, aparecía flotando. El arma con incrustaciones de oro y diamantes dan una idea de la vanidad de este narcotraficante y jefe paramilitar. Porque en Colombia la lucha contra el narcotráfico continúa.

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