Hemos de hacer ORACIÓN para alimentar nuestra alma. Sin oración la vida de un cristiano, humo. Con ORACIÓN se vence a Satanás. Con oración mental bien hecha se conoce a Dios y erradica el pecado: mortal, venial e imperfecciones ¡Qué bien sabían esto los santos! La ORACIÓN MENTAL ha de ser el vehículo que nos dirija al gozo pleno de la posesión de Dios en nuestras almas. Pero antes de la oración ha de venir la MORTIFICACIÓN de los sentidos. No podemos, ni debemos ir a la oración sino luchamos por desarraigar de nuestras vidas el pecado. La oración mental nos hará grandes devotos y hombres de Fe, verdadera y arraigada.
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