Atardeceres peña Mora, Miguelañez

Las puestas de sol en Migueláñez son especiales y no es que lo diga la que escribe estas líneas sino que muchas personas en primavera, verano y otoño van por las tardes hasta Peña Mora para ver como el Rey Sol va cayendo entre la majestuosidad de un cielo que le hace cada tarde la corte. Es decir cada día el sol se pone entre un abanico de colores cambiantes por momentos.

Peña Mora es una pequeña colina que protege a Migueláñez del noroeste. Le impide la magnífica vista casi marítima y hago esta comparación porque el pinar es tan grande que se junta en el horizonte con el cielo. Los pinos dan ese color verde oscuro uniforme mientras el cielo va tiñéndose cada día con multitud de colores que se van mezclando cada minuto a medida que va perdiéndose la luz en el cielo y ves como avanza la noche.

Cuando uno recorre el kilómetro escaso que separa Peña Mora del pueblo encuentra en el camino un sendero de pizarras desgastadas que se ha hecho por las pisadas de los hombres, mujeres y niños que durante siglos han recorrido el camino por las tardes para ir a merendar encima de alguna peña. Algunas de ellas que deben su nombre a la forma que tienen como la peña grande ó la del Plato se alzan por encima del monte orgullosas de ser asiento de tan ilustre vista y de parejas que graban su amor sobre las rocas.