Beber al menos ocho vasos de agua al día. Eso es lo que hasta el momento recomendaba el imaginario popular. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Medicina de Dartmouth, en Estados Unidos, echa por tierra este consejo y asegura que carece de cualquier tipo de base científica.
Según publica esta semana la revista ‘American Journal of Physiology’ , el doctor Heinz Valtin, autor de varios libros de texto sobre el funcionamiento del riñón y el equilibrio del agua en el organismo humano, y principal autor de la investigación, señala que no existe ninguna evidencia que justifique esta creencia. A su juicio, «se trata más de un mito que de un dogma médico propiamente dicho».
Valtin comenzó su trabajo para intentar descubrir el origen de esta recomendación, «que realizan tanto médicos como nutricionistas, escritores especializados en temas de salud...». Sin embargo, no sólo no ha descubierto evidencias científicas que apoyen esta tesis, sino que considera que el propio cuerpo humano es capaz de mantener por sí mismo el equilibrio de agua necesario para el buen funcionamiento del organismo.
Además, a su juicio, bebidas con cafeína, como el café, el té, y los refrescos, también deberían contabilizarse en el cómputo general de líquido diario a ingerir; «incluso bebidas alcohólicas, como la cerveza, en pequeñas cantidades, también pueden incluirse».
Según publica esta semana la revista ‘American Journal of Physiology’ , el doctor Heinz Valtin, autor de varios libros de texto sobre el funcionamiento del riñón y el equilibrio del agua en el organismo humano, y principal autor de la investigación, señala que no existe ninguna evidencia que justifique esta creencia. A su juicio, «se trata más de un mito que de un dogma médico propiamente dicho».
Valtin comenzó su trabajo para intentar descubrir el origen de esta recomendación, «que realizan tanto médicos como nutricionistas, escritores especializados en temas de salud...». Sin embargo, no sólo no ha descubierto evidencias científicas que apoyen esta tesis, sino que considera que el propio cuerpo humano es capaz de mantener por sí mismo el equilibrio de agua necesario para el buen funcionamiento del organismo.
Además, a su juicio, bebidas con cafeína, como el café, el té, y los refrescos, también deberían contabilizarse en el cómputo general de líquido diario a ingerir; «incluso bebidas alcohólicas, como la cerveza, en pequeñas cantidades, también pueden incluirse».
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