• hace 7 años
Septiembre 1986. Chile está convulsionado por el atentado al General Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo y el nerviosismo en la Familia Herrera es evidente por lo que le podría haber pasado a Claudia. Pedro sigue muy cerca a Gabriel y Claudia en la casa que están escondidos, pero un llamado por radio impidió que hiciera algo más. Minutos después, Gabriel decidió salir para hablar por teléfono, su nerviosismo era evidente. Informaciones del gobierno confirman el atentado en manos de un grupo terrorista, más algunos escoltas que murieron y otros heridos. También se confirma que Augusto Pinochet salvó con vida. Gabriel reconoció que antes de su viaje a Argentina estuvo en la organización de este atentado. Claudia no soportó más esta situación y lo único que quería era hablar con su familia, aseguró que no eligió todo esto, pero Gabriel impidió que su vida corriera peligro. Juan decide enviar a su familia a la casa de Nancy para evitar cualquier inconveniente y Exzequiel acompaña a su compadre en una noche de muchas preocupaciones y esperando ese ansiado llamado de Claudia. Don Genaro está muy contento porque no le pasó nada al General Pinochet y asegura que todo esto quedará en la Historia de Chile, aunque Petita no toma en cuenta sus comentarios eufóricos. Gabriel, en tanto, le dice a Claudia que si hay un allanamiento no dude ningún segundo en contar todo lo que sabe de él. Para la hija de Ana todo esto es muy difícil, pero no tiene otra alternativa que prometer que dirá la verdad. Pedro recibe la orden de ir hasta la casa de Gabriel y hacer su trabajo, aunque lo piensa por algunos minutos tiene que hacer lo que le mandan. Al mismo tiempo, Gabriel intenta pedir ayuda a uno de sus camaradas para escapar de Chile, pero se entera que él no puede huir porque se vienen tiempos difíciles. Luego, Gabriel le asegura a Claudia que el plan de fuga sigue en pie, pero tendrán que salir separados porque es lo más seguro. "¿Cuándo irá a terminar todo esto Gabriel? Te juro que no aguanto más", dice muy afectada la hija de Juan. Después viene una sincera y emotiva despedida de Gabriel y Claudia. Ella le pide que no se saque nunca la pulsera que le regaló y se aleja hasta el paradero de micro, sin imaginar que Pedro los observaba desde cerca. Claudia se impacienta porque no pasa ninguna locomoción y el supuesto hermano de Juan se acerca en su taxi para llevarla hasta el terminal.

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