La superficie de los llamados “wise mirror” o espejos inteligentes es interactiva. Te permite interactuar con el sistema informático equipado con cámaras espectroscópicas, escáneres 3D y analizador de la respiración. El sistema de reconocimiento facial identifica automáticamente al usuario.
“Lo que están viendo es un “espejo inteligente”, un espejo “mágico”, una especie de espejo equipado con sensores e instrumentos interactivos que analizan los signos faciales para establecer un perfil sobre la salud de la persona que se está mirando en él”, explica Sara Colantonio, investigadora sobre inteligencia artificial y coordinadora del proyecto SEMEOTICONS, ISTI.
“La luz ultravioleta puede identificar las sustancias que hay debajo de la piel y que están asociadas al riesgo de diabetes. En unos 20 segundos, el expejo puede estudiar los micro-movimientos faciales que indican el nivel de estrés de una persona. Esta luz permite detectar otros indicadores de la piel relacionados por ejemplo, con el colesterol”, explica Verónica Chiara Zuccalá, investigadora en engeniería biomédica, IFC-CNR.
“Una vez recolectados todo estos datos y parámetros faciales, el sistema los analiza en función de un índice de salud que permite saber el riesgo de Chiara de contraer enfermedades metabólicas y cardíacas”, explica Sara Colantonio, investigadora sobre inteligencia artificial y coordinadora del proyecto SEMEOTICONS, ISTI.
Este proyecto de investigación europeo, basado en Pisa, Italia, requirió un grupo de voluntarios y equipos de diagnóstico médico para redefinir los algoritmos que detectan los indicadores de varias infermedades.
“Estos estudiantes forman parte de un estudio clínico. De manera voluntaria han sido sometidos a pruebas de medición calórica y test clínicos sobre características cardio-metabólicas. Por otra parte, hemos medido otros parámetros con ayuda del espejo inteligente: visualización de los espectros faciales, reconstrucción facial en 3D y análisis emocional”, explica Giuseppe Coppini, investigador en ingeniería biomédica, IFC-CNR.
Ya han sido diseñados tres prototipos, una etapa aún lejos de su posible comercialización, para ello, los investigadores trabajan en otros modelos menos frágiles y costosos.
“Este aparato es técnicamente muy complejo, con varias cámaras, seis en la parte alta y dos abajo, su coste es muy alto. Estamos pensando en diseñar productos menos complejos, con menos funciones. Esto no quiere decir que no vayan a aportar datos relevantes, no, estos aparatos serán más pequeños y de menor coste”, apunta Meritxel Gimeno García, directora ejecutiva de DRACO Systems.
Tres ensayos clínicos en Francia e Italia han mostrado una buena correlación entre el diagnóstico que ofrecen estos espejos inteligentes y los diagnósticos convencionales.
“La ventaja de este aparato es que además de aportar información sobre la presencia de factores que indican un posible riesgo de enfermedades cardio-metabólicas, también, puede suger
“Lo que están viendo es un “espejo inteligente”, un espejo “mágico”, una especie de espejo equipado con sensores e instrumentos interactivos que analizan los signos faciales para establecer un perfil sobre la salud de la persona que se está mirando en él”, explica Sara Colantonio, investigadora sobre inteligencia artificial y coordinadora del proyecto SEMEOTICONS, ISTI.
“La luz ultravioleta puede identificar las sustancias que hay debajo de la piel y que están asociadas al riesgo de diabetes. En unos 20 segundos, el expejo puede estudiar los micro-movimientos faciales que indican el nivel de estrés de una persona. Esta luz permite detectar otros indicadores de la piel relacionados por ejemplo, con el colesterol”, explica Verónica Chiara Zuccalá, investigadora en engeniería biomédica, IFC-CNR.
“Una vez recolectados todo estos datos y parámetros faciales, el sistema los analiza en función de un índice de salud que permite saber el riesgo de Chiara de contraer enfermedades metabólicas y cardíacas”, explica Sara Colantonio, investigadora sobre inteligencia artificial y coordinadora del proyecto SEMEOTICONS, ISTI.
Este proyecto de investigación europeo, basado en Pisa, Italia, requirió un grupo de voluntarios y equipos de diagnóstico médico para redefinir los algoritmos que detectan los indicadores de varias infermedades.
“Estos estudiantes forman parte de un estudio clínico. De manera voluntaria han sido sometidos a pruebas de medición calórica y test clínicos sobre características cardio-metabólicas. Por otra parte, hemos medido otros parámetros con ayuda del espejo inteligente: visualización de los espectros faciales, reconstrucción facial en 3D y análisis emocional”, explica Giuseppe Coppini, investigador en ingeniería biomédica, IFC-CNR.
Ya han sido diseñados tres prototipos, una etapa aún lejos de su posible comercialización, para ello, los investigadores trabajan en otros modelos menos frágiles y costosos.
“Este aparato es técnicamente muy complejo, con varias cámaras, seis en la parte alta y dos abajo, su coste es muy alto. Estamos pensando en diseñar productos menos complejos, con menos funciones. Esto no quiere decir que no vayan a aportar datos relevantes, no, estos aparatos serán más pequeños y de menor coste”, apunta Meritxel Gimeno García, directora ejecutiva de DRACO Systems.
Tres ensayos clínicos en Francia e Italia han mostrado una buena correlación entre el diagnóstico que ofrecen estos espejos inteligentes y los diagnósticos convencionales.
“La ventaja de este aparato es que además de aportar información sobre la presencia de factores que indican un posible riesgo de enfermedades cardio-metabólicas, también, puede suger
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