Guerra del Chaco - (1932 - 1935) - Paraguay - Bolivia

  • hace 9 años
Cuando Salamanca, Pte de Bolivia, ordena al Gral Moscoso, tomar una orilla de la laguna Pitiantuta, llamada Chuquisaca por los Bolivianos, el 15 de junio de 1932, este militar con solapado apoyo de Peñaranda, se extralimita; y avanza al otro lado de la laguna, y atropella tomando fácilmente el fortín Carlos A. López; en la orilla opuesta; protegido por una escasa tropa; hecho que convertiría automáticamente a Bolivia; en agresor beligerante; e implicaba este incidente tal situación; que obligaba al Paraguay; a recapturar el fortín, que lo logró el 15 de julio de 1932.

Se habrá imaginado Salamanca que estaba definitivamente prendiendo la mecha de un conflicto que desangraría a dos paises, donde su pais, Bolivia, tenia la mitad de su territorio, originario del mismo vientre asunceno... Ñuflo de Chavez, 3 siglos antes, al fundar Nueva Asunción, y Santa Cruz de la Sierra en plena selva preamazonica, y poblándolos con puros paraguayos; tampoco nunca se hubiera imaginado; que parte del ejército boliviano, era hermano a los que iban a enfrentarlos...

Con la recuperación de Pitiantuta por el Paraguay; Bolivia comete otro gran error, con Quintanilla al frente; Salamanca toma los fortines paraguayos Corrales (27 de julio), Toledo (28 de julio) y Boquerón (31 de julio); y dió un intento, amagando arremeter contra Nanawa; mientras ya planificaba y preparaba, una ofensiva sobre Isla Poí, cercana a la actual Mcal Estigarribia. Con este clima hostil, la guerra a estas alturas, ya era un hecho consumado e inevitable...

Por tanto, la suerte estaba hechada.... el orgullo y la nación estaban en juego... el Paraguay no iba a permitir semejante afrenta... era una cuestión de reivindicación histórica, y de honor...

Boqueron, del 09 al 29 de de setiembre daría inicio ya, a un continuo enfrentamiento, sin tregua, donde el paraguayo, de plena y mayoritaria extracción campesina, totalmente ajeno al desierto, acostumbrado a un ambiente de selvas exhuberantes, de chacras, rios, arroyos y clima templado, sin instrucción, sin logística, sin armamentos, cambió el arado por el machete; y con temple, arrojo, y coraje inigualables; acompañados de una conducción magistral; política y militar; trazó a sangre definitivamente, las fronteras actuales, dejando para la posteridad, un rastro imborrable de generosa e ilimitada garra, dación, convicción y tenacidad.

Mi sencillo homenaje a los valientes; que se enfrentaron con honor; ofrendando generosamente su sangre, por la Patria.

Recomendada