• hace 9 años
Con el ataque atómico de EEUU al Japón en 1945 dio comienzo la Era Nuclear.

A partir de ese momento, todas las potencias vencedoras de la IIGM iniciaron una carrera para desarrollar sus propias armas nucleares. El arma nuclear se había convertido en una necesidad para la seguridad nacional. Para frenar aquella carrera, se elaboró el NPT.

El Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, Nuclear Non-Proliferation Treat) es un tratado abierto a la firma el 1 de julio de 1968 que restringe la posesión de armas nucleares. La gran mayoría de los Estados soberanos (190) forman parte del tratado.

Sólo a cinco Estados se les permite en el tratado la posesión de armas nucleares: los Estados Unidos (firmante en 1968), el Reino Unido (1968), Francia (1992), la Unión Soviética (1968, sustituida en la actualidad por Rusia), y la República Popular de China (1992).

La condición especial de estos cinco países, llamados Estados Nuclearmente Armados (NWS o Nuclear Weapons States) se definió a partir del ridículo argumento de que eran los únicos estados que habían detonado un ensayo nuclear hasta 1967. Curiosamente, estos cinco países eran también los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Es decir, el Tratado nacía con un claro fundamento antidemocrático que solo se explicaba por la situación de guerra fría existente entre los bloques. El tratado constituye un sistema basado en tres pilares fundamentales: la no-proliferación, el desarme y el uso pacífico de la energía nuclear.

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