Detrás de la Razón - Ciberguerra: el doble discurso estadounidense

  • hace 9 años
El autor de ciencia ficción, Arthur C. Clarke, creía que un día habría un espacio digital que uniría, virtualmente o por medios electrónicos, a los seres humanos, sus comunicaciones, economías e información.

No obstante, el Internet, que se ha convertido en una herramienta esencial para las sociedades industrializadas, es también un nuevo campo de batalla; allí se enfrentan naciones, grupos terroristas, crimen organizado, y sociedad civil. El ganador de aquel conflicto podría reclamar la hegemonía del mundo.

Siguiendo la premisa de que la tecnología es un medio de producción y dominación, no es sorprendente encontrarnos en cualquier capital occidental y descubrir con horror que "alguien" puede ver y oír nuestras conversaciones telefónicas, correos electrónicos, chats y redes sociales.

El fenómeno no es nada nuevo: J. Edgar Hoover, el fundador y primer director de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) en 1935 era fanático de la doctrina de espiar a la ciudadanía.

Hoover quería "averiguar" quiénes formaban parte del "Terror Rojo" o quiénes tenían ideas socialistas. Con los años, la capacidad de las agencias de inteligencia solo ha ido en aumento.

De transistores, a procesadores y satélites: Estados Unidos y sus aliados confirman que la doctrina de seguridad nacional es omnipresente y tiene un capítulo dedicado a la ciberguerra.

Es así que los ataques a países, instituciones, sistemas bancarios e individuos tienen objetivos específicos que casi siempre se suman a acciones de política exterior.

Mientras el Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono), no hace esfuerzos para esconder que está entrenando a una nueva generación de cibersoldados: vuelan aviones no tripulados (drones) virtualmente, acceden a servidores e información de otros Gobiernos, manipulan opinión pública, y sustraen datos e información.

El último episodio en la temática comprueba lo anterior: Sony Pictures, supuestamente hackeado por Corea del Norte.

A partir de tal escenario, Pyongyang recibió aún más sanciones. Si la ciberguerra no está ligada enteramente a intereses geopolíticos, entonces ¿Cuál es el fin de la misma, sino establecer hegemonías?

Las respuestas hoy en 'Detrás de la Razón'.

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