Israel continúa con su ofensiva en Gaza, aunque anuncia que podría cumplir sus objetivos en los próximos días. La Franja ha amanecido tras una nueva serie de bombardeos que han elevado la cifra de muertos palestinos a más de 1.300, la gran mayoría civiles.

Estos números, unidos a ataques como el sufrido el miércoles por una escuela de la ONU en Gaza, que dejó una veintena de fallecidos, han hecho que las protestas de la comunidad internacional sean cada vez más contundentes, aunque no lo suficiente para que Tel Aviv cambie sus planes.

De hecho, a la espera de una posible tregua, Israel ha anunciado que seguirá hasta lograr su principal objetivo, acabar con los túneles que los milicianos de Hamás utilizan para acceder a territorio israelí. Dice haber localizado más de treinta, de los que la mitad ya habrían sido destruidos y espera que el resto corran la misma suerte en los próximos días.

Para ello, el ejército israelí, que ha sufrido 56 bajas en el presente conflicto, ha llamado a filas a nada menos que a 16.000 reservistas con el fin de continuar con la ofensiva.