¿Qué opinas? - La salud en Chile

  • hace 10 años
Mientras en Chile se han levantado algunas de las mejores clínicas privadas de América Latina, el servicio público -que atiende al 80 % de la población- sufre de deficiencias endémicas. El Estado, en lugar de asignar los fondos necesarios para mejorar la infraestructura pública, los dedica a subsidiar las clínicas privadas.

A su vez, los hospitales públicos están siendo privatizados por dentro; es decir, se concesionan a privados los pabellones quirúrgicos, laboratorios y otros servicios. Los nuevos hospitales públicos además se están construyendo bajo el régimen de concesiones.

El acceso a salud de calidad está reservado a las personas que cotizan en instituciones privadas de seguros, llamadas Isapres. Pero estas Isapres, que a su vez son las dueñas de las clínicas, aplican contratos engañosos, en que normalmente las enfermedades propias de cada edad no están totalmente cubiertas por el plan. Las utilidades de las Isapres son gigantescas.

La primera marcha de los enfermos se hizo el año pasado, promovida por un famoso periodista de TV, Ricarte Soto, quien más tarde murió de cáncer. Hoy su esposa, también conocida periodista, ha levantado la causa.

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