¿Qué opinas? - Nueva Constitución en Chile

  • hace 10 años
Uno de los temas políticos más controversiales del nuevo Gobierno chileno es la promesa electoral de Bachelet de dotar al país de una nueva Constitución, para reemplazar la actual, impuesta por la dictadura de Pinochet.

La Constitución actual no es sólo ilegítima, sino que constituye el blindaje de un sistema económico de capitalismo neoliberal salvaje y de un sistema político antidemocrático y autoritario.

Fue una demanda levantada por la propia coalición de Bachelet en su campaña contra Pinochet, en los años 80, pero que nunca cumplió. En 2005 se le hicieron algunas reformas, y el presidente Ricardo Lagos puso su firma en ella, de alguna manera legitimándola.

La exigencia de una Asamblea Constituyente ha sido sostenida desde entonces por algunas personas, pero sólo obtuvo relevancia cuando la planteó el movimiento estudiantil en 2011. En las últimas elecciones se organizó el movimiento AC (Asamblea Constituyente), que llamó a marcar los votos con ese acrónimo, junto a la preferencia electoral, y consiguió cerca de diez por ciento de los sufragios.

El debate ahora no es si Chile necesita o no una nueva Constitución, sino el mecanismo para lograrla: una Asamblea Constituyente o por medio del Congreso. Bachelet ha optado por el Congreso, o sea, por los mecanismos institucionales de la propia Carta, que no incluye la posibilidad de su derogación, sino apenas reformas.

Mientras esto ocurre a nivel político, los ciudadanos y ciudadanas parecen tener poco conocimiento del tema constitucional. Esto, explican los analistas, se debe a la sistemática despolitización y desmovilización del pueblo, iniciada en dictadura y continuada en democracia, por ejemplo por medio de planes oficiales de estudio que no incluyen la educación cívica en los colegios.

El objetivo de este “Qué Opinas” sería explorar el conocimiento ciudadano del tema a través de consultas en distintos segmentos etéreos y sociales.

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