La tensión social empezó a bajar en Venezuela tres días después de los comicios después de que el opositor Henrique Capriles formalizara la petición del reconteo de los votos ante el Poder Electoral, aunque desde el lado oficialista, el presidente electo, Nicolás Maduro, siguió haciendo acusaciones.
El clima de crispación que se impuso en el país después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara como ganador a Maduro con solo 1,83 puntos porcentuales por encima de Capriles, que se negó a reconocer al triunfador a menos que se haga un reconteo de votos, se sintió menos tenso en esta jornada.