La Guerra de Las Luciernagas./by Leorrojo.wmv
La Guerra de los Luciernagas.
Quiero explicar un poco el porque de este titulo.
Los mineros asturianos y leoneses, protagonizaron una manifestación curiosa y bella al mismo tiempo hacia el 13 de junio. Un amigo de FB, con sensibilidad romántica, la llamó "La Marcha de las Luciérnagas". Y es que, a pesar de las tensiones dramáticas de una situación grave para el futuro de la minería, los mineros expresaron sus reivindicaciones de una manera asombrosamente hermosa, con sus linternas en sus cascos.Mineros.Pero tambien saben pelear por el futuro,no solo de su vida,sino de comarcas y pueblos enteros...por eso lo titulo la guerra de los luciernagas,para que siga siendo un romanticismo heroico de una profesiòn en riesgo de extinciòn. Una profesión dura y peligrosa que, sin embargo, no embrutece el alma de los que la ejercen. El minero es un hombre aparentemente rudo, explosivo, como la dinamita que emplea. Sin embargo, con un corazón generoso y solidario, como pocos. He conocido viejos mineros, luchadores, exiliados en Bélgica. No renunciaron a la lucha a pesar de la dura represión que padecieron. No doblegaron su voluntad rebelde y revolucionaria. Conozco la cuenca minera de Asturias y he comprobado in situ, la lenta agonía de una actividad que se acaba, por imperativos del capitalismo europeo Estos mineros, son una especie amenazada de extinción. Los políticos gobernantes, los banqueros, que sólo conocen cifras, frías e inhumanas, desprecian e ignoran la angustia y el temor a la desaparición de los "últimos mohicanos", los mineros.Los mineros, siempre a la vanguardia de la lucha revolucionaria, siempre presentes en mi vida y en mi juventud.Yo tambien fuì minero durante 24 años y eso no se olvida nunca. El mito de la Revolución Asturiana de 1934, que nos llegó a través de algún libro y sobre todo, de una tradición oral que nos transmitieron quienes la vivieron como preludio de la dictadura. Desde aquellos lejanos años 60, cuando Asturias se levantaba desafiando la represión franquista.Hoy, los hijos y nietos de aquellos mineros, ya míticos, se han lanzado a los campos y a las ciudades, poniendo en evidencia, la cobardía de un gobierno y de una policía acostumbrada a golpear a niños y jóvenes. Los mineros vuelven a cobrar protagonismo, reivindicando sus derechos en un escenario lleno de conflictos sociales en todos sectores profesionales y trabajadores.Es absolutamente necesario que todas esas luchas converjan en unos mismos objetivos. Es decir, expulsar a este Gobierno corrupto y apoyar la creación de un gobierno de transición, una Asamblea Constituyente y promover Elecciones Generales.Porque la solución a estos problemas económicos y laborales que sufren los mineros y todos los sectores sociales requieren soluciones políticas.
Quiero explicar un poco el porque de este titulo.
Los mineros asturianos y leoneses, protagonizaron una manifestación curiosa y bella al mismo tiempo hacia el 13 de junio. Un amigo de FB, con sensibilidad romántica, la llamó "La Marcha de las Luciérnagas". Y es que, a pesar de las tensiones dramáticas de una situación grave para el futuro de la minería, los mineros expresaron sus reivindicaciones de una manera asombrosamente hermosa, con sus linternas en sus cascos.Mineros.Pero tambien saben pelear por el futuro,no solo de su vida,sino de comarcas y pueblos enteros...por eso lo titulo la guerra de los luciernagas,para que siga siendo un romanticismo heroico de una profesiòn en riesgo de extinciòn. Una profesión dura y peligrosa que, sin embargo, no embrutece el alma de los que la ejercen. El minero es un hombre aparentemente rudo, explosivo, como la dinamita que emplea. Sin embargo, con un corazón generoso y solidario, como pocos. He conocido viejos mineros, luchadores, exiliados en Bélgica. No renunciaron a la lucha a pesar de la dura represión que padecieron. No doblegaron su voluntad rebelde y revolucionaria. Conozco la cuenca minera de Asturias y he comprobado in situ, la lenta agonía de una actividad que se acaba, por imperativos del capitalismo europeo Estos mineros, son una especie amenazada de extinción. Los políticos gobernantes, los banqueros, que sólo conocen cifras, frías e inhumanas, desprecian e ignoran la angustia y el temor a la desaparición de los "últimos mohicanos", los mineros.Los mineros, siempre a la vanguardia de la lucha revolucionaria, siempre presentes en mi vida y en mi juventud.Yo tambien fuì minero durante 24 años y eso no se olvida nunca. El mito de la Revolución Asturiana de 1934, que nos llegó a través de algún libro y sobre todo, de una tradición oral que nos transmitieron quienes la vivieron como preludio de la dictadura. Desde aquellos lejanos años 60, cuando Asturias se levantaba desafiando la represión franquista.Hoy, los hijos y nietos de aquellos mineros, ya míticos, se han lanzado a los campos y a las ciudades, poniendo en evidencia, la cobardía de un gobierno y de una policía acostumbrada a golpear a niños y jóvenes. Los mineros vuelven a cobrar protagonismo, reivindicando sus derechos en un escenario lleno de conflictos sociales en todos sectores profesionales y trabajadores.Es absolutamente necesario que todas esas luchas converjan en unos mismos objetivos. Es decir, expulsar a este Gobierno corrupto y apoyar la creación de un gobierno de transición, una Asamblea Constituyente y promover Elecciones Generales.Porque la solución a estos problemas económicos y laborales que sufren los mineros y todos los sectores sociales requieren soluciones políticas.