ENTREVISTA DR. SEGUNDO DIAZ LIAU - HING, VICEPRESIDENTE DE ASPED

  • hace 12 años
El dolor se define como una experiencia sensitiva y emocional desagradable que es vivida y expresada por cada paciente de manera diferente. En el caso concreto del cáncer, el dolor puede llegar a convertirse en el problema más importante para estos pacientes. El dolor repercute de forma muy negativa sobre las funciones del mismo, produciéndole insomnio, disminución del apetito y limitación de su actividad física y social habitual. Como consecuencia, disminuye significativamente su calidad de vida.

El Dr. Segundo Díaz Liau-Hing, Vicepresidente de la Asociación Peruana para el Estudio del Dolor, ASPED, señala que dependiendo el estadío del cáncer y la intensidad del dolor, previamente se pueden usar en forma escalonada paracetamol , antiinflamatorios no esteroides (AINES) y opioides débiles o combinaciones de opioides débiles con paracetamol antes de usar morfina. “Lamentablemente, el insuficiente conocimiento por parte de muchos profesionales de la salud y las barreras que existen para su uso, restringen la disponibilidad de esos medicamentos y su uso en muchos pacientes que lo necesitan. La morfina y derivados (opioides) usados en el tratamiento del dolor, por supuesto no curan el cáncer pero le permiten a los pacientes una vida llevadera y una muerte digna y sin el sufrimiento que el dolor causa”, agregó el especialista.

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