Conce IVAN

  • hace 14 años
La huelga de hambre que mantiene un grupo de comuneros mapuche en las cárceles del sur del país hace más de dos meses, es otra muestra de la lucha que, históricamente, han tenido que dar los grupos oprimidos ya sea a nivel social, político o religioso. Nuestra historia reciente ofrece relatos de hombres y mujeres que estuvieron dispuestos a poner en riesgo su vida para desencadenar transformaciones que, de otro modo, tal vez no se pondrían realizar.
Tuvieron que pasar 60 días para que la huelga de hambre que mantienen 32 comuneros mapuche en las cárceles del sur del país comenzara a levantar polvo entre las autoridades, la sociedad civil y los medios de comunicación.

Más que nunca, el denominado conflicto mapuche alcanzó la notoriedad necesaria para develar la injusticia a la que estaban sometidos los comuneros en el marco de la reivindicación de sus terrenos ancestrales con los dobles procesamientos – tanto en la justicia civil como en la militar – y con la aplicación de la Ley Antiterrorista, que implica penas más duras y no garantiza un debido proceso, según han manifestado abogados de derechos humanos.

Y es que por más radicales que parezcan, las huelgas de hambre son el arma de lucha no violenta que ha logrado la mayor cantidad de cambios religiosos, políticos y sociales, tanto en Chile como en el mundo.