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00:00A veces recibimos un dinero inesperado justo en momentos en que estamos hasta el tope con
00:11las deudas. Pero antes de decidirnos a bajar el monto de esos compromisos, vamos a hacer
00:16el ejercicio de analizar si tomar esa decisión financiera es lo más adecuado para nosotros.
00:22Hay dos tipos de amortizaciones, la parcial y la total. La primera supone pagar parte
00:26del capital que adeudamos, no todo, por ejemplo de vivienda, tarjetas de crédito o alguna
00:31otra deuda. Esto nos puede llevar a dos cosas, a cortar las plazas de pagos o reducir las
00:36cuotas que abonamos por la deuda. Por otro lado, la amortización total supone quitarnos
00:41todos los intereses que nos queden por pagar, es decir, que no se sumarán más intereses
00:45al capital que nos queda. Ahora, esto suena muy atractivo, pero ¿qué
00:49debemos analizar? Por ejemplo, si hay cargos extras por soldar esa deuda antes de tiempo.
00:54Esto no es tan descabellado como suena, algunos bancos lo hacen con frecuencia. Se llama comisión
00:59por amortización anticipada, aunque puede tener otros nombres. Y hay un caso en el que
01:04ni siquiera vale la pena plantearnos la amortización, que es cuando tenemos un préstamo a una tasa
01:09muy baja y fija a lo largo del tiempo. Ahí, en lugar de amortizar la deuda, lo que deberíamos
01:15hacer es aprovechar ese dinero extra para invertirlo en algún instrumento que pague
01:19tanto o más que lo que deberíamos pagar por los intereses de la deuda que mantenemos.
01:23Cuando analicemos detenidamente todas esas posibilidades, veremos si realmente vale
01:27la pena tomar la decisión. Es todo en esta Guía del Dinero. Nos vemos
01:31la próxima semana.