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Transcripción
00:00Hace dos siglos un dentista de Lyon se inventó un títere llamado guiñol para distraer del
00:07dolor a sus clientes.
00:08Ahora el Museo de las Artes de la Marioneta de esta ciudad del este de Francia propone
00:13dar un nuevo soplo de vida al teatro de marionetas con la ayuda de este particular embajador
00:18local.
00:19Y es que aquel joven y sonriente obrero guiñol rebelde contra la autoridad y siempre con
00:24problemas financieros está presente en cada parte de la colección del museo, que cuenta
00:30con más de 2.000 títeres y 3.000 decorados y accesorios.
00:34A lo largo del siglo pasado el teatro de títeres siguió gozando de gran popularidad gracias
00:39al interés que despertó en grandes plumas como las de los españoles Federico García
00:43Lorca y Santiago Rusiñol.
00:45A pesar de su historia ancestral su éxito ha caído notablemente en los últimos años,
00:50aunque para revertir la situación las compañías vuelven ahora al arte contestatario de guiñol
00:56con el fin de recuperar a un público que dispone de muchas más distracciones.