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00:00Hay ciertas situaciones que se pueden presentar en casi todas las empresas que van camino
00:09a una crisis. Un estudio realizado hace unos años dijo que hay cuatro etapas bien definidas
00:15que anteceden al momento crítico y de las que en ocasiones los gerentes no se dan cuenta.
00:20La primera señal es la ceguera empresarial. Se pueden presentar situaciones como una bajada
00:25de las ventas o un incremento de los conflictos laborales, por ejemplo, renuncias recurrentes
00:30de trabajadores o cualquier otro indicio de que las cosas no van bien. Normalmente los
00:35directivos suelen interpretar esas situaciones como problemas coyunturales, aunque desde
00:40afuera algunos colaboradores o el propio público ya lo esté viendo con más claridad como
00:44un problema. La siguiente etapa es la inactividad. Es el momento en que los directivos o dueños
00:49de la empresa, alertados por algunas críticas internas o externas, se niegan a realizar
00:54cambios estructurales. Aunque parezca increíble, ese rechazo a cambiar suele crecer en la medida
00:59en que la compañía es más antigua, porque los empresarios suelen anclarse en la buena
01:03época y en los buenos tiempos que fueron mejores. Cuando los problemas se hacen evidentes,
01:08llega el tercer estadio. La frase, pero es que las cosas siempre se habían hecho así,
01:12es decir, como se hacían de la manera antigua, que es cuando comienza a repetirse. Profundizar
01:18esa visión puede hacer que los problemas de la empresa empeoren. La última etapa es
01:23la propia crisis. Llegado a ese punto, los directivos suelen intentar acciones inmediatas
01:28hasta que el problema que se presenta haya sido paulatino. Lo que más recomiendo a los
01:32expertos para evitar momentos de crisis es ser flexibles en la gestión y tomar medidas
01:36que permitan la transformación de los negocios para que puedan adecuarse a las nuevas condiciones.
01:42Es todo en esta Guía del Dinero. Nos vemos en una próxima oportunidad.