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00:00Los tinglares, las tortugas marinas migratorias más grandes del planeta y en peligro de extinción,
00:08están dejando sus primeros huevos en Puerto Rico, marcando el inicio de una temporada
00:12crucial para su supervivencia. Con patrullas de voluntarios que vigilan las playas, se
00:18esfuerzan por proteger los nidos de estos seres marinos de las marejadas y de los humanos.
00:24Una de las protagonistas de este espectáculo natural es Esther, una tinglar de 1.5 metros
00:29de longitud que llegó a San Juan desde el norte del Océano Atlántico el pasado 20
00:34de marzo. Esta tortuga ha anidado tres veces desde su llegada, depositando un promedio
00:39de 80 huevos por nido. Organizaciones como Siete Quillas establecen cercados alrededor
00:45de los nidos para protegerlos de posibles daños humanos. La directora de la organización,
00:51Hilda Benítez, hace un llamado a no contaminar.
00:54El llamado es a la concienciación de no decontaminar, tanto con una coliña, como
01:01con este plástico, como con este descarga de agua.
01:10La labor de estas organizaciones como Siete Quillas es considerada crucial para la supervivencia
01:15de la especie. Con voluntarios que patrullan las playas durante la temporada de anidación,
01:20se aseguran de ubicar nidos en peligro y proteger tanto a las tortugas como a sus crías.
01:26Sin embargo, el desafío va más allá de la protección directa de las tortugas, ya
01:30que la contaminación y la descarga de aguas no tratadas representan amenazas significativas
01:35para su hábitat y su supervivencia a largo plazo.