Tomás Roncero enloqueció con el gol de Jude Bellingham en el tiempo añadido que abrochaba la remontada del Real Madrid ante el Manchester City. Saltos y una carrera única en pleno éxtasis.
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00:00El que mete, ojo Vini, ojo Vini que recupera la pelota, Vini para el tercero remata, no va adentro, ahí está Bellingham, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol, gol
00:30Vinicius, que se planta delante de Ederson, más lento que el caballo del malo, le mete la vaselina por arriba, esa pelota que no llegaba, pero aparece, con fe, con tesón, con pasión, con huevo el Garrido Bellingham, desde segunda línea, para empujar la puerta vacía, y anotar el tercero del Real Madrid, la peleó, la soñó, la luchó, casi la obtuvo Vinicius, y en boca de gol Bellingham,
01:00para darle la vuelta a la eliminatoria, para hacer justicia en el partido, marca el Madrid, anota Bellingham, Manchester City 2, Real Madrid 3.