El entrenador le dijo que se fuera cedido y luego cambió de opinión
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00:00Fuimos a Suiza, que es donde hacemos la pretemporada, y yo poco a poco voy cogiendo el ritmo, pero
00:04no estaba bien. Un proceso de esas dos semanas. Y a la vuelta de las dos semanas, Fabio me
00:09dice que no cuenta conmigo, que quiero una plantilla corta y que me vaya cedido. Claro,
00:15a mí eso me cae como un mazazo. A la vez también te quitas un poco la incertidumbre,
00:20porque lo peor para mí, y para el deportista, y para las personas, es la incertidumbre.
00:24No saber. No saber. ¿Míster va a contar conmigo? ¿No va a contar? ¿Voy a jugar? ¿No
00:28voy a jugar? Eso te tiene un poco en vilo. Fue una noticia dura, pero dije, ya sé que
00:34no cuento para él. Le dije a mi agente, búscame equipo y ya vamos viendo. Empezamos a hablar
00:40con los equipos. Claro, yo ya me había puesto en forma. Había vuelto a Madrid, habían
00:44pasado dos semanas, ya había recuperado la lesión, era un chico joven. Me había dejado
00:49fino de peso, además, la dieta. Y empiezo a entrenar de puta madre, habiéndome quitado
00:56el peso ese de la incertidumbre. Decir, bueno, ya no tengo nada que demostrar, porque sé
01:00que aquí no me voy a quedar. Por lo cual, entrené despreocupado, pero bien. Y a los
01:05ocho o nueve días, así, Fabio, después de un entrenamiento, se acerca y me dice, ¿de
01:09dónde te vas a ir? Digo, pues, míster, estoy hablando con Racing de Santander, con el Sevilla,
01:14yo creo que me voy a ir al Sevilla, tal. Y me dice, ¿te quedas? Digo, míster, yo quiero
01:23jugar. Y me dice, ¿te quedas? Bueno, pues de puta madre, ¿sabes, Fabio? Genial, no
01:29me tengo que mover de casa. Ocho primeras jornadas de liga sin convocar.