Los últimos okupas que permanecían en la urbanización de la calle Excelente, en el distrito de Carabanchel (Madrid), han abandonado el lugar sin incidentes en la mañana de este miércoles. La noticia ha sido celebrada por los vecinos, quienes habían denunciado durante dos meses continuos problemas de convivencia, ruidos y peleas.
La Policía Nacional ha detenido al presunto cabecilla de la mafia de okupas, conocido como el Gordo o el Paraguayo, junto con la Rubia y otro hombre, señalados como los responsables de la usurpación masiva de los pisos.
La urbanización, situada en el número 6 de la calle Excelente, fue okupada durante el pasado puente de la Constitución. Según las investigaciones, una mafia habría vendido ilegalmente las viviendas, aún sin estrenar, a familias de origen peruano por precios que oscilaban entre los 2.000 y los 3.000 euros. Estas transacciones se habrían ofrecido en la cola de un comedor social del barrio.
Alrededor de 30 familias llegaron con furgonetas de mudanza, cambiaron las cerraduras de los pisos y se instalaron en ellos ante la sorpresa de los vecinos legales, cuyos alquileres oscilan entre los 800 y los 1.500 euros.
Los okupas llegaron a contar con su propio conserje, encargado de abrir la puerta desde dentro, mientras los residentes legales denunciaban ruidos nocturnos, peleas e incluso la presencia de pandilleros.
Durante estos meses, la Policía Nacional ha realizado varias detenciones por agresiones, peleas y delitos relacionados con la Ley de Extranjería. Entre los incidentes registrados, se identificó a un menor de 13 años acusado de golpear a su novia de 16 años. Al ser inimputable por su edad, no fue detenido.
La situación llevó a los vecinos de las urbanizaciones cercanas a organizar protestas con pancartas, caceroladas y altavoces para exigir la expulsión de los okupas. Sin embargo, estas movilizaciones no estuvieron exentas de tensión, ya que algunos okupas respondieron con insultos, amenazas e incluso lanzamientos de huevos, lo que requirió la intervención policial.
Ante la creciente preocupación vecinal, la empresa propietaria reforzó la vigilancia, instaló alarmas y contrató a una empresa de desokupación. Sin embargo, sus empleados fueron increpados e incluso atacados en su primer intento de intervención, lo que derivó en varias denuncias en comisaría.
El delegado del Gobierno, Francisco Martín, y el comisario de Policía de Carabanchel se reunieron con representantes de la comunidad de vecinos para conocer sus inquietudes. La Policía ha recogido denuncias tanto de inquilinos legales como de algunos okupas que aseguran haber sido víctimas de una estafa.
La Policía Nacional ha detenido al presunto cabecilla de la mafia de okupas, conocido como el Gordo o el Paraguayo, junto con la Rubia y otro hombre, señalados como los responsables de la usurpación masiva de los pisos.
La urbanización, situada en el número 6 de la calle Excelente, fue okupada durante el pasado puente de la Constitución. Según las investigaciones, una mafia habría vendido ilegalmente las viviendas, aún sin estrenar, a familias de origen peruano por precios que oscilaban entre los 2.000 y los 3.000 euros. Estas transacciones se habrían ofrecido en la cola de un comedor social del barrio.
Alrededor de 30 familias llegaron con furgonetas de mudanza, cambiaron las cerraduras de los pisos y se instalaron en ellos ante la sorpresa de los vecinos legales, cuyos alquileres oscilan entre los 800 y los 1.500 euros.
Los okupas llegaron a contar con su propio conserje, encargado de abrir la puerta desde dentro, mientras los residentes legales denunciaban ruidos nocturnos, peleas e incluso la presencia de pandilleros.
Durante estos meses, la Policía Nacional ha realizado varias detenciones por agresiones, peleas y delitos relacionados con la Ley de Extranjería. Entre los incidentes registrados, se identificó a un menor de 13 años acusado de golpear a su novia de 16 años. Al ser inimputable por su edad, no fue detenido.
La situación llevó a los vecinos de las urbanizaciones cercanas a organizar protestas con pancartas, caceroladas y altavoces para exigir la expulsión de los okupas. Sin embargo, estas movilizaciones no estuvieron exentas de tensión, ya que algunos okupas respondieron con insultos, amenazas e incluso lanzamientos de huevos, lo que requirió la intervención policial.
Ante la creciente preocupación vecinal, la empresa propietaria reforzó la vigilancia, instaló alarmas y contrató a una empresa de desokupación. Sin embargo, sus empleados fueron increpados e incluso atacados en su primer intento de intervención, lo que derivó en varias denuncias en comisaría.
El delegado del Gobierno, Francisco Martín, y el comisario de Policía de Carabanchel se reunieron con representantes de la comunidad de vecinos para conocer sus inquietudes. La Policía ha recogido denuncias tanto de inquilinos legales como de algunos okupas que aseguran haber sido víctimas de una estafa.
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00:00Algo que debe hablamos es el agua que viene de los edificios,
00:06y la caloría se hace perfección.
00:10En el pasado, el agua se decayó,
00:14y ahora la gente trabaja en el agua.
00:18La presión de agua es enorme y el agua
00:22no es tan agua fría como nosotros.
00:26Gracias por ver el vídeo, nos vemos en el próximo.