• hace 4 días

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00:00La Palabra del Día, con Isaías la Fuente.
00:05Mira, ayer vimos como Ramón Gómez de la Serna, el creador de las gregerías, no inventó
00:08la palabra, sino que la adoptó de un nuevo significado para nombrar su creación.
00:13Por lo mismo hizo Escribá de Balaguer, que tomó viejas palabras latinas para nombrar
00:17su organización en 1928.
00:20Opus Dei, la obra de Dios, literalmente, porque opus en latín es eso, era obra.
00:25Pero mucho antes de que naciera Escribá de Balaguer, opus ya nombraba en castellano
00:29otro tipo de obras, aquellas piezas musicales que se numeran con relación al conjunto de
00:35la producción general de un compositor.
00:37La palabra tuvo también un hijo, el diminutivo opúsculo, para referirnos a una obra científica
00:42o literaria de poca extensión o de poca importancia.
00:45Y la cosa no dio más de sí.
00:48Pero si volvemos al latín, al declinar la palabra opus nos tomamos con el nominativo
00:53plural ópera, que nos permite identificar la raíz de otras palabras castellanas sin
00:58necesidad de ser filólogos.
01:00Así, los italianos tomaron el término, y nos lo exportaron, para nombrar esa obra dramática
01:05musical cuyo texto se canta.
01:07De esa palabra latina también nacieron términos como operar y operación, y la locución ópera
01:13prima, que no es la primera obra de la hija de artista de nuestros tíos, sino la primera
01:18creación de un autor.
01:20Y por evolución, nuestros anónimos antepasados cogieron la ópera italiana, cambiaron la
01:26P por la B, prescindieron de la E, y la ópera pasó a ser eso, pasó a ser obra.
01:32Con estas raíces, los seguidores del opus podrían haber sido obreros u operarios de
01:37Dios, pero se acuñó otro término preciso, opus deista, que entró en el diccionario
01:42en la última edición, hace tan solo diez años.

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