Los cielos de Castillo de Oex, en Suiza, se han teñido de color con la celebración de la 45ª edición del Festival Internacional de Globos Aerostáticos, un evento que reúne a 65 pilotos de varios países durante nueve días de espectaculares exhibiciones.
El festival, fundado en 1979, es famoso por sus impresionantes vuelos en el valle alpino de Castillo de Oex, donde los vientos favorecen trayectorias especialmente estables. Max Duncomb, piloto con más de 3.000 horas de vuelo en 32 países, asegura que volar en los Alpes suizos es una experiencia única.
Además de los tradicionales globos aerostáticos, el evento incluye aeronaves de formas especiales, demostraciones aéreas, un espectáculo nocturno y actividades para toda la familia, consolidándose como una de las citas más importantes del mundo en el ámbito de la aerostación.
El festival, fundado en 1979, es famoso por sus impresionantes vuelos en el valle alpino de Castillo de Oex, donde los vientos favorecen trayectorias especialmente estables. Max Duncomb, piloto con más de 3.000 horas de vuelo en 32 países, asegura que volar en los Alpes suizos es una experiencia única.
Además de los tradicionales globos aerostáticos, el evento incluye aeronaves de formas especiales, demostraciones aéreas, un espectáculo nocturno y actividades para toda la familia, consolidándose como una de las citas más importantes del mundo en el ámbito de la aerostación.
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